El Bayern desnuda los primeros conflictos a resolver del Madrid de Benítez
El equipo blanco volvió a priorizar la defensa sobre el ataque y esta vez no fue suficiente. Lewandowski desniveló un partido igualado a tres minutos del final. Más ocasiones para los alemanes
Intentaré hacer un esfuerzo por no resumir el partido como si de un duelo de verdadera importancia se tratase. Tiene que ir por delante el hecho de que el Real Madrid está en fase de pruebas, de que hizo cambios con respecto al encuentro ante el Tottenham disputado hace apenas 24 horas; el resultado es lo de menos en estos encuentros y más si hablamos de un partido ante el Bayern, un rival que puede ganarte perfectamente. De hecho, tanta excusa inicial pinta la síntesis de una relevancia quizá ya excesiva, así que empezaremos por lo más urgente: El Madrid cayó en la final de la Audi Cup en Múnich y lo hizo a tres minutos del final, fallando en la defensa de una falta lateral provocada de manera innecesaria.
El resto del partido fue más de lo mismo desde que está Benítez, lo cual es bueno si pensamos en las correcciones que el técnico ha conseguido implantar con respecto al curso pasado y no tanto si hacemos recuento de las cosas que todavía no salen. Sobre todo en posesión y ataque. El chequeo de la pasada temporada concluyó en que el equipo era de lo mejor de medio campo para arriba si jugaban los once habituales y mejorable atrás y en el medio, pasando a ser un desastre con los suplentes. Rafa ha introducido muchísimo fondo de armario, joven y con ganas; Ha apuntalado la defensa y el centro del campo y recuperado la importancia de la posición táctica de los futbolistas sobre el césped, pero todo a costa de hacer olvidar la improvisación y la alegría en los metros finales. Este Madrid es más directo y tosco atacando, más previsible... de momento. O esa es la esperanza de todos.
Para colmo, fue demasiado afrontar el partido contra todo un Bayern con las bajas de Benzema y Cristiano y también la de Bale, que quizá tuvo alguna molestia tras estrenarse como goleador contra el Tottenham. La ausencia de la BBC al completo decapitó al Madrid arriba y sus opciones de sorprender en ataque duraron lo que duró la inspiración de Jesé e Isco, que hoy fue poca. Pero recuperemos lo bueno. El resultado fue que observamos a un Madrid muy capaz, ordenado y solvente durante casi 90 minutos, concediendo muy pocas ocasiones a pesar de que algunas fueron claras y demostrando que, desde luego, el aspecto defensivo no será un problema este año.
Cimentado el equipo atrás, tocará ir soltándose hacia arriba. Benítez apostó por Casemiro y Kroos dando descanso a Modric y después fue variando con el paso de los minutos, pero siempre usando el que parece que será su 'plan B'. Un sistema con dos extremos (Lucas Vázquez y Cheryshev primero y con Asensio después), un mediapunta (Isco o James) y un delantero centro. El duelo no ofreció grandes ocasiones blancas en lugares cercanos a la meta de Neuer pero sí algunos disparos lejanos muy peligrosos, sobre todo de un motivado Kroos.
Del Bayern poco novedoso podemos decir. Es el equipo de siempre, con el sello de Guardiola: Valiente en la presión, algo descuidado atrás y siempre intentando superar líneas a base de movilidad. Douglas Costa es la mejor noticia para los alemanes este año. La bala brasileña dará de qué hablar y su asociación con Müller provocó algunas acciones de peligro bien solventadas por Keylor Navas, más exigido que nunca en esta pretemporada. El portero respondió bien con los guantes, no tanto con los pies.
En el minuto 87, una falta lateral provocada por Sergio Ramos propició un centro envenenado de Dougas muy difícil de defender. Lewandowski, fiel a su cita con los remates de libro, se adelantó a la defensa y a Keylor para anotar el tanto del título teutón. El Bayern llevaba ya minutos siendo algo superior aunque sin agasajar. Los cambios, mayores en el Real Madrid, descompusieron el orden más en el bando visitante.
El choque deja conclusiones. Lucas Silva y Odegaard se quedaron de nuevo inéditos y apuntan a bajas seguras. También Asensio, a pesar de que ha dejado una buenísima impresión en dos ratos sueltos en Múnich. Toca mejorar arriba y ser más frescos en el juego y en la posesión, pero con mucha cancha para Benítez todavía. Por el momento de lo único que debe preocuparse ligeramente es por el nivel de bostezos que genera el equipo. Lo demás lo va apuntalando.