La derrota ante el Bayern deja los primeros avisos del vestuario a Benítez

Rafa ha demostrado ser un táctico a niveles no aptos para todos los públicos

La derrota ante el Bayern deja los primeros avisos del vestuario a Benítez

Rafa Benítez tiene al grupo algo desconcertado. La pretemporada sirve para a hacer pruebas, pero en el caso del madrileño la plantilla empieza a estar algo perdida. Varios efectivos se quejaron de en algunos encuentros están terminando mareados por las variables que agitan constantemente el dibujo hasta el punto de no saber quien son o a que juegan. Contra el Bayern no fue una excepción.

 

Todo empezó con un 4-2-3-1 con Lucas y Cheryshev de extremos clásicos y con Isco de '10'. Según llegaron los cambios, Lucas pasó a banda izquierda para entrar a pierna cambiada, misma tarea que estaba cumpliendo en banda derecha Marco Asensio, que entró al descanso. James fue delantero con el cambio de Jesé, retornó a su puesto más repetido en la diestra más tarde y acabó casi de mediapunta, como enganche de Asensio y Mayoral.

 

Benítez no dejó la pizarra quieta y siguió con sus pruebas. Danilo entró en el centro del campo, mutando el esquema en un 4-3-3 en el que el brasileño compartía medular con Modric e Illarra. Fue la última variación del técnico, que quiso probar el trivote para contener los últimos ataques del Bayern.