Pedro está rabioso contra Luis Enrique y contra Robert Fernández

El vestuario hace piña con su compañero y censura la intervención del nuevo secretario técnico desvelando una supuesta conversación privada.: "Gente así no debería hablar".

Pedro está rabioso contra Luis Enrique y contra Robert Fernández

Cuentan los que se mueven por los pasillos del vestuario blaugrana y conocen las interioridades del día a día que afecta a los jugadores barcelonistas que Pedro Rodríguez se sube por las paredes después de sentirse humillado por Luis Enrique en el banquillo de Tiflis por ser suplente de Neymar y también suplente de Rafinha cuando Neymar no está disponible. Pero hay más, Pedro saltó al césped del estadio de Tiflis en el minuto 93, ya en la prórroga, con la rabia contenida por las declaraciones de Robert Fernández a TV3 en los instantes previos al choque: "Pedro me ha dicho que quiere irse", explicó el nuevo secretario técnico barcelonista, que añadió: "pero ahora mismo no hay nada". Luego explicó a beIN Sports: "La cláusula de Pedro (30 millones) no es negociable pero este puede ser su último partido".

 

Pedro recordará el partido de anoche como uno de los momentos más felices de su vida, pero también por lo mal que se lo hicieron pasar Robert Fernández y Luis Enrique, a los que, en privado, dedicó el golazo que permitió al Barça lograr su cuarto título del año y seguir lanzado hacia el sextete. Su condición de suplente estando Neymar de baja fue un golpe bajo que no esperaba de Luis Enrique, que no se cansa de decir que desea que se quede, pero no se lo confirma con hechos. Anoche el técnico tenía una oportunidad de oro para convencer a Pedro de que siga, pero con su decisión de relegarle a la suplencia sólo consiguió cargarle de razones para reafirmarle en su decisión de marchar. "Tenía mucha rabia por no haber podido jugar de titular. Me ha disgustado porque tenía más opciones al no estar Neymar", dijo al término del partido.

 

Por otra parte, el hecho de que Robert Fernández saliera a decir públicamente que "Pedro me ha dicho que quiere irse" supone por un lado una torpeza propia de un becario al desvelar el contenido de una conversación privada y, por otro, una declaración de intenciones del club, más interesado en la  venta dedl futbolista para hacer caja que en conservarle en su plantilla. Pedro negó al término del partido las palabras de Robert Fernández: "No. La respuesta es que no quiero irme del Barça". Y especificó:  "No es una situación de dinero, sino de minutos. Soy ambicioso, siempre quiero lo mejor, vamos a ver qué pasa. Me vaya o me quede, seré siempre de este equipo". Pero no dejó pasar por alto su valoración sobre las palabras de Robert Fernández: "Sus declaraciones son muy desafortunadas. Gente así no debería hablar. Él tendrá sus razones", mientras añadía que "apenas he cruzado un par de frases con Robert".

 

Robert empieza con mal pie su trabajo en el Barcelona. Pedro es un personaje muy querido en el vestuario, nadie quiere que se vaya, y la intervención pública del nuevo director deportiva indica a los jugadores que el club intenta sacárselo de encima forzándole a marchar y lo peor es que son muchos los que ven en la decisión de Luis Enrique de relegarle al banquillo la predisposición del técnico a ejercer de cómplice de las decisiones de la directiva. Las palabras de Mascherano y Messi ofreciendo su apoyo incondicional a Pedro dejan clara cuál es la posición del vestuario e este tema.