El Madrid sigue arrastrando un problema con sus renovaciones a Ramos y Pepe

Es una gran noticia para ambos, pero vuelve a sembrar las dudas con respecto a Raphael Varane

El Madrid sigue arrastrando un problema con sus renovaciones a Ramos y Pepe

Sergio Ramos renovará el próximo lunes su contrato con el Real Madrid, y justo después lo hará Pepe. De esta forma, el club blanco quiere apuntalar el futuro de toda su defensa, una línea que hace años era motivo de quebraderos de cabeza por su fragilidad y que ahora acumula ya varias campañas, salvo momentos puntuales, siendo de las mejores del mundo.

 

Pepe terminaba contrato en junio de 2016, por lo que a partir del próximo mes de enero era libre de negociar con quien quisiera. Sin embargo, la voluntad de todas las partes es seguir unidas y por ello no habrá problemas en que el zaguero renueve hasta 2017, cumpliendo así diez años de blanco. Su veteranía le hace ser casi insustituible si se acude al mercado de fichajes.

 

Sin embargo, estas dos renovaciones suponen, otra vez, que Varane tendrá que pelear al máximo por ser jugar. No es algo malo ni mucho menos, pero lo cierto es que el francés, que a lo tonto acumula ya cinco temporadas en el primer equipo del Real Madrid con sólo 22 años cumplidos, lleva tiempo esperando a que el club le de la confianza total. Temporada tras temporada siempre parte como primer suplente del sevillano y el portugués, y eso seguirá siendo así mientras los tres permanezcan en la plantilla o salvo lesiones graves o bajones de forma alarmantes de los dos primeros. Muchas veces se ha insinuado que Pepe dejaría la entidad para dar paso al francés, pero tampoco será este año.

 

Varane lleva tiempo siendo tentado por numerosos clubes europeos y será difícil retenerle si sigue siendo suplente de inicio sistemáticamente, algo que el Madrid ha conseguido durante las últimas pretemporadas. Pero la paciencia tiene un límite. Eso sí, para Benítez es igual de titular que Pepe. Veremos si eso se traduce en minutos. Será otro de los 'matrimonios', éste a tres bandas, que el técnico tendrá que manejar con cautela.