El nuevo objetivo del Madrid genera más inconvenientes que beneficios

Benítez ha pedido reforzar la medular, pero ¿compensa fichar un futbolista a precio muy alto?

El nuevo objetivo del Madrid genera más inconvenientes que beneficios

Una de las noticias de las últimas horas en torno a la actualidad del Real Madrid supone las dos peticiones que Rafa Benítez le habría hecho a Florentino Pérez para terminar de cerrar la plantilla: Un delantero centro y, sobre todo, un jugador de centro del campo. El técnico sabe que se quedará sin Lucas Silva y ha aceptado la venta de Asier Illarramendi, por lo que se quedaría con tres hombres para la demarcación de mediocentro: Kroos, Modric y Casemiro.

 

Benítez quiere un cuarto jugador para afrontar todas las competiciones con garantías, y al parecer el primer objetivo de los blancos sería el joven portugués William Carvalho, del Sporting de Lisboa. Un mediocentro consolidado con la selección portuguesa y de futuro, por el que ya se han interesado otros clubes en el pasado como el Manchester United o el Arsenal. Además, el club lisboeta sabe que probablemente le perderá en este mercado de fichajes.

 

Sin embargo, hay varios factores que invitan a pensar en si este movimiento será positivo para el Real Madrid o, por el contrario, le generará más problemas que otra cosa. Primero, hay que contar con el precio del jugador: 45 millones de euros. Ni siquiera el United aceptó semejante cantidad, a pesar de que necesitaba un mediocentro con urgencia este verano. Pagar un precio tan alto por un futbolista exige que éste juegue, o de lo contrario no se entendería. Y, ¿le quitaría William el sitio a Modric o Kroos? Tiene envergadura y despliegue físico además de dominio del balón, pero no parece probable. Y si sucediera, tampoco generaría una buena respuesta por parte del alemán o el croata.

 

Por si fuera poco, el Madrid acaba de repescar a Casemiro precisamente para que ejerza ese rol de suplente de lujo y rotación habitual de los dos mediocentros, por lo que traerle más competencia (y mucho más cara) al brasileño supondría tenerle otra vez en el ostracismo. Algo ilógico, teniendo en cuenta que se le ha recuperado para algo. Y no contamos con que Illarramendi aún debe ser vendido y no le llueven, precisamente, las ofertas. ¿Y si el de Mutriku se queda? Se entendería que hubiera tres centrocampistas del mismo perfil en el banquillo y que entre los tres costasen más de 80 millones de euros?

 

El Madrid debe favorecer la competencia pero no sobrecargar la plantilla para evitar luchas de egos y enfados por suplencias prolongadas. Por eso, los tres mediocentros que, supuestamente, pelearán por la titularidad, deben saber que no tendrán el puesto asegurado pero también que serán importantes. Elegir al cuarto en discordia es una tarea realmente compleja si no se confía en Illarra.