La última jugada de De Gea obliga al Real Madrid a no esperar para ficharle

El culebrón David de Gea ha sufrido una vuelta de tuerca más. Aunque no lo parezca en un principio, las acusaciones del entrenador del Manchester United, Louis van Gaal, asegurando que fue el portero el que se negó a jugar contra el Tottenham y no fue una decisión exclusivamente suya hace que la situación del guardameta pase de estar 'medio apartado' del equipo a estar en una 'rebeldía velada' o semi oficial, algo que otorga mucha más responsabilidad al Real Madrid.

"El entrenador de porteros, Frans Hoek, se reunió con De Gea para hablar de este asunto. Le preguntó: '¿Quieres jugar ante el Tottenham?'. Y la respuesta de David fue 'no'. Entonces yo tuve que tomar una decisión. Luego volvimos a hablar con él para explicarle que no iba convocado y estuvo de acuerdo. El mercado de traspasos sigue abierto y De Gea todavía tiene el mismo problema. Seguirá fuera de la convocatoria. Lo observamos durante los entrenamientos y no está bien, no es el mismo de antes. Fue mi mejor jugador en las dos últimas temporadas, en esto estoy de acuerdo con nuestros aficionados, pero ahora no le veo centrado", explicó en rueda de prensa. De Gea no se colocará bajo palos ante el Aston Villa.

Ayer contábamos en DB que el Real Madrid se ha colocado en una situación por iniciativa propia en la que, haga lo que haga, quedará inevitablemente mal con alguno de sus porteros o con el propio De Gea esta temporada. Keylor Navas y Kiko Casilla ocupan las dos plazas 'titulares' de portero en la plantilla, con Pacheco como tercer guardameta; Si no llega De Gea el costarricense será el primer cancerbero y el ex del Expanyol el segundo, pero si se ficha al ex atlético, Keylor pasará de titularísimo a estar fuera del club y Casilla seguirá en su rol de número 2, a pesar de haber sido fichado también este verano. Una situación rara y algo incoherente.

Pero ahora De Gea, que podría llegar al Madrid gratis el próximo año si no renueva con el Manchester (tiene contrato hasta junio de 2016), al colocarse en rebeldía o negarse a jugar, está provocando el rechazo de su propio club y, por tanto, lo hace a sabiendas de que el Madrid apretará por él. De lo contrario podría afrontar un año infernal ante la grada de Old Trafford y, por supuesto, tomaría nota del detalle del club blanco hacia la que se supone que es su apuesta para los próximos años en la portería del Bernabéu. Podría incluso cerrar la puerta al Madrid.

Por ello, su rebeldía presiona al Manchester, pero también a los blancos. No hay vuelta atrás. Es un órdago en toda regla.