Isco topa con un nuevo enemigo en el vestuario del Madrid

Las opciones del malagueño a la ansiada titularidad pasan por una carambola cada vez más compleja

Isco topa con un nuevo enemigo en el vestuario del Madrid

Isco Alarcón tiene la mosca detrás de la oreja. El malagueño mira el inicio del nuevo curso con el rabillo del ojo. La llega de Kovacic es un nuevo problema para Alarcón en su objetivo: hacerse con un puesto fijo en el once del Real. El croata no viene a calentar banquillo. Si bien no es un 'galáctico' los 30 millones de euros que pagará el Madrid avisan de que el futbolista tendrá un rol activo en la plantilla. Más madera. El centro del campo se aprieta.

 

Si hasta ahora el malagueño se juega el puesto con James, su máximo rival en el once, y casi intocable a ojos de todos, los giros tácticos de Rafa Benítez con la llegada de Kovacic vuelven a dibujar una lucha con Benzema como único camino para estar en la partida. Isco, que regresa de la gira reforzado, ha visto como las variables tácticas de Rafa lo colocan, una vez más, en el alero.

 

A saber. Con el centro del campo hasta los topes -Casemiro, Kovacic, Modric, Kroos, James- si Bale es el enganche y Benzema el ariete, sobraría Isco.

 

La fórmula 4-2-3-1 con el galés por detrás de Benzema transmite un gran desajuste de la BBC, que aleja a Bale del gol. El ex del Málaga ha aportado más posesión, visión de juego y comodidad para CR7 en el césped. Sin embargo, con James en el once Isco se queda sin sitio. La única solución pasa por alinear a Isco de enganche, Bale por la izquierda, James por la derecha y Cristiano en punta, con Benzema de suplente. Complicado.

 

El galo no va a quedarse en el Real como comparsa en año de Eurocopa y con ofertas de la Premier -Arsenal- sobre la mesa. Además el dibujo llega con trampas: mataría a Karim, colocaría a CR7 en una posición en la que preferiría no estar y, problema, potenciaría a Bale a ojos de Cristiano, aunque, eso sí, reconocería los méritos de Isco con la titularidad.