Doblete reivindicativo de Bale y a pensar en el clásico ante el Barcelona

Real Madrid, 2 - Levante, 0

Veinte minutos fue lo que duró el partido. A partir de ahí, un par de detalles y poco más. El Real Madrid sumó tres puntos pero no acabó de convencer a su afición. La próxima semana se juega la Liga en el Camp Nou. Si cae derrotado el fuego se avivará.

El Real Madrid afrontaba un partido clave tras su derrota en Champions ante el Shalke 04. El Bernabéu volvió a ser juez y recibió con una seleccionada pitada a su equipo. Casillas y Ancelotti fueron los damnificados. La afición silbó sus nombres, los dos lo escucharon desde el banquillo. El técnico italiano había decidido que el portero titular ante el Levante fuera Keylor Navas. Eso sí, ya avisó que frente al Barcelona Casillas volvería a la titularidad. Que no hubiera malas interpretaciones.  Los blancos, conscientes de que necesitaban los tres puntos y recuperar su sintonía con la afición antes de visitar el Camp Nou, saltaron al césped con Lucas Silva y Modric en el centro del campo. Además, Ramos regresaba a la defensa.

El Real Madrid arrancó fuerte. Presionando arriba, impidiendo la salida granota. Rápidamente llegaron las primeras oportunidades. Ronaldo en el minuto 4 disparó al palo a pase de Benzemá y al cuarto de hora gol anulado al francés por fuera de juego.

Siguió insistiendo el Madrid. Era cuestión de tiempo porque el equipo estaba jugando bien. La BBC apareció entonces. Tras un centro de Benzema Ronaldo de chilena remató en lo que hubiera sido el gol de la jornada. El rechace bajo palos de Ramis lo aprovechó Bale quien con la pierna derecha consiguió que el balón acabara en el fondo de la red. Las reacciones entonces fueron bien peculiares, por un lado Cristiano lamentando no haber sido él el autor del gol en lugar de celebrar el de su compañero, por otro Bale golpeando con rabia el banderín de córner en su celebración. Seguro que se acordó entonces de todas las críticas recibidas durante la semana.

Los de Ancelotti estaban por la labor. Seguían apretando como si la vida les fuera en ello. Los de Alcaraz apenas podían pasar la divisoria. Bale y Cristiano, especialmente activos, llegaban con facilidad pero sin suerte en los remates. Hasta el minuto 40, cuando Modric abrió la pelota a la banda derecha a Carvajal quien la dejó en corto a Cristiano y éste la cruzó al palo contrario de Mariño. La pelota encontró la pierna de Bale en su camino hacia la red y fue éste quien se anotó el gol. Cristiano lo celebró como si hubiera sido suyo, quizás intentando engañar al árbitro.

Tras el descanso parecía que los blancos habían empezado con dos marchas menos. Controlaban el juego sin esfuerzo ante un Levante que seguía sin tener llegada alguna. Todo transcurría tranquilo hasta que apareció la genialidad de Benzema. Era el minuto 65, y bien mereció el premio del gol. A centro de Bale el francés remató con el lateral del pie en un gesto muy torero, queriéndose lucir ante el respetable. Pero la pelota dio en la escuadra sin remedio. Sin duda hubiera sido el gol del año.

Ancelotti dio descanso a Isco, seguramente pensando en el clásico, y salió Jesé. El Madrid jugaba cómodo, sin tensión. No hubo más historia. Ante la relajación local los granotas intentaron un poco más, pero nada. Keylor Navas acabó el encuentro sin intervención alguna.