Jorge Mendes se juega su prestigio como súper agente en 12 días

Quedan apenas 12 días para el cierre del mercado de fichajes en Europa y a Jorge Mendes el teléfono le echa humo. Es algo habitual en estas fechas para el portugués, pero este verano es algo especial. Además de cerrar multitud de operaciones de sus representados por todo el viejo Continente, el mejor agente de futbolistas del mundo se juega esta vez su nombre, su autoestima; Por primera vez en la historia del fútbol un representante es conocido entre el gran público del mismo modo que los jugadores mismos, o los dirigentes de los clubes. Y no sólo eso. Mendes es tratado como un actor igualmente poderoso con respecto a ellos, una parte más del puzzle de los fichajes. Debe conservar esa imagen.

Hablamos, cómo no, de operaciones de envergadura que le involucran porque son sobre futbolistas bajo su representación. Y que deben cerrarse antes del 31A. No sólo la de David de Gea, la más complicada de todas y también la que más ojos tiene mirando en todo el viejo Continente, también debe cerrar un nuevo central de garantías para el Valencia después de que se consume la venta de Nicolás Otamendi. Más que nada para no parecer que ha dejado al club che sin su mejor defensa y no le consigue un sustituto acorde.

En el caso de De Gea, la situación está en un punto muerto. El Manchester United y el Real Madrid no se ponen de acuerdo en las condiciones económicas. Mientras que los ingleses piden mucho, los blancos ofrecen demasiado poco. Y mientras, el portero español permanece aislado, viendo los encuentros de su todavía equipo en la grada y cada vez más nervioso. Surgen los rumores que hablan de que el Real Madrid no le necesita tan pronto, de que va a esperar... y ante esto, incluso los medios han llegado a asegurar en las islas que el arquero está dispuesto a romper sus lazos con Mendes si éste no le 'coloca' ipso facto en el Madrid. El agente no puede permitir que eso ocurra, pues De Gea es uno de sus mejores futbolistas.

En cuanto a Otamendi, es precisamente Mendes el que ha llevado a cabo la operación para sacar al argentino del Valencia y llevarle a Inglaterra. Como es normal y es sabido, se llevará un incentivo económico por ello. Pero sus tentáculos con el club valencianista (en el buen sentido de la palabra) son tan grandes que le interesa seguir teniendo a la entidad de Peter Lim como amiga y por eso intentará traer a Ezequiel Garay al equipo. El central, que anda jugando en Rusia, será caro pero también el único que aplacará los nervios de la afición de Mestalla porque se acercará mínimamente al nivel de Otamendi.

Dos operaciones a cerrar en doce días. De lo contrario, la imagen de Jorge Mendes puede sufrir un serio revés.