El milagro de Luis Enrique: victorias sin hablarse con el 90% del equipo
Las partes han aprendido a convivir con el 'status quo' que reina en el vestuario
Luis Enrique va por libre. El asturiano logró una nueva muesca en el revolver en San Mamés con un partido ramplón, que vivió del pelotazo, pero logró el objetivo: tres puntos. El equipo ha sufrido la escabechina de la directiva en los despachos con ventas inesperadas -Pedro- y otras que no han encontrado los refuerzos deseados. Aún así, Lucho se mantiene estoico. El asturiano tenía pie y medio fuera del club el pasado curso, sólo el triplete le salvó el cuello al entrenador que, además, lo hizo con el más difícil todavía: Luisitio sólo se hablaba y se habla con el 90% de la plantilla, para el resto estaba Xavi Hernánez y Juan Carlos Unzué que hacían, y sigue haciendo este último, de enlace en el día a día con los más complicados para el técnico: Messi y Neymar.
La marcha de Xavi, clave el curso pasado como mediador de las partes, ha dejado un vacío ostensible que el grupo evidencia en al fluidez de mensajes entre las partes. Aún así, el equipo resiste: con una plantilla mermada, Sandro/Munir sin nivel Barça, ningún recambio para Pedro y las peticiones del técnico, más allá de Turan/Vidal, sin atender: Lucho pidió un central y a Pogba en la medular como primera opción, el asturiano, que tuvo un inicio experimental en las Supercopas, ha vuelto al once clásico tras un toque de atención del grupo que el asturiano ha pillado a la primera.