La resca de Gijón (con una reunión clave con aviso ) marea al Madrid

Las caras en las alturas del Real eran de marco y alcayata al término del encuentro en El Molinón. Rafa Benítez ha prometido redoblar esfuerzos para dar con la tecla después de advertir, en conversación privada, que lo de Gijón no es, ni mucho menos, una alarma y sí la consecuencia lógica de un proyecto en asentamiento. Comprado.

El club tiene paciencia aunque el presidente, explicaba la Cadena COPE, salió “muy decepcionado” de la imagen de un Real de que se espera más ante -voluntad, lucha y ganas, al margen- un recién ascendido, y así se lo hizo saber a Rafa que, en contrapartida, advirtió, sin gustar en los despachos, que sigue esperando el fichaje de un ‘9’, que no llegará, como un refuerzo para el lateral izquierdo y al medio centro defensivo, que no Kovacic, que pidió solo firmar por el Real.

Un toque de atención de la cúpula al técnico que ha tenido continuidad en el vestuario. Sergio Ramos, que se ha tomado su rol de capitán a pecho, ha deslizado a Rafa el sentir del grupo en una reunión clave con 'regalo' en forma de consejo: el papel de Gareth Bale en el campo disgusta a una mayoría y, en concreto, a una minoría, Cristiano Ronaldo, que terminó el encuentro jurando en arameo. El equipo, advierte Ramos al técnico, necesita al mejor Ronaldo, como también al mejor Bale, pero la prioridad del grupo sigue siendo mimar al luso que es quien, hasta la fecha, ha mantenido el ‘negocio’ abierto con sus goles. Si CR7 está bien, ganan todos, también Benítez. Y Ronaldo está más cómodo con socios como Benzema/James, que volverán ante el Betis sin discusión, y con un Gareth atado en corto que no ‘moleste’ al medio campo, ni entorpezca en el ataque.

El grupo quiere a un Cristiano feliz, del mismo modo que se pide que se respete las jerarquías: el debut de Koavacic, con un solo entrenamiento con el Real y pasando por delante de jugadores con mayor recorrido en el Madrid, no se entendió. Como tampoco la apuesta por un Danilo en detrimento de Carvajal -al que se le prometieron minutos para renovar- que ha mostrado mayor solvencia, a entendimiento de la plantilla, que el carioca, quien necesitaría entrar en el grupo de forma más progresiva.

El próximo encuentro ante el Betis, en el Bernabéu, desvelará si los consejos al técnico han tenido trascendencia o, por el contrario, entraron por un oido de Rafa y salieron por el otro.