Denuncian una 'guerra sucia informativa' entre el Barça y los medios

Las quejas por la ausencia de transparencia del club en sus informaciones provoca un malestar entre los periodistas, quienes han sido incluso silbados por los jugadores

Denuncian una  'guerra sucia informativa' entre el Barça y los medios

Que un diario como Sport muestre su desaprobación sobre cómo gestiona la comunicación el Barcelona, “el club evitó facilitar mayor información sobre el tiempo de recuperación de dos de los jugadores fijos del equipo titular de Luis Enrique, haciendo gala de una incomprensible opacidad informativa”, resulta un indicativo de que algo no acaba de funcionar en este sentido en can Barça.

 

El silencio ante las lesiones de Dani Alves y Busquets sería la punta del iceberg de una campaña de “incomunicación” que estaría orquestando el club.

 

Diferentes medios apuntan que la estrategia es cerrarse cada vez más y con pasos radicales. No se informa sobre si hay alguna ausencia en el entrenamiento y en los partes médicos ni se especifica la lesión ni el tiempo de baja.

 

Brilla la opacidad y varias fuentes apuntan que el motivo tendría que ver con Luis Enrique, que intenta limitar, cuanto más mejor, la labor de los medios de comunicación. Y los ejemplos abundan. Neymar no se entrenó el sábado 8 de agosto y el club informó: “Entrenamiento de Luis Enrique con todos los disponibles”. La sesión, como todas, era a puerta cerrada, pero el Barça suele enviar fotografías e imágenes. Y en ellas no aparecía Neymar. Cuando preguntaron, no hubo respuesta, pero al día siguiente el club anunciaba que tenía paperas.

 

Con Busquets y Alves, la misma canción y tuvo que ser una televisión, Cuatro, quien anunció que Alves tenía entre uno y dos meses de baja, tras preguntarlo en la clínica.

 

Retrospectivamente, Pep Guardiola inició este blindaje hacia los medios y Luis Enrique lo ha potenciado formado un escudo contra los periodistas. Si a los jugadores no les apetece salir a atender a los medios en la zona mixta, no salen, siendo muchas veces en las que no ha aparecido ninguno. O en otras ocasiones los jugadores se han permitido el lujo de silbar las preguntas de los plumillas, como sucedió en la despedida de Pedro.