Mourinho pidió permiso a Luis Enrique para llevarse a Pedro al Chelsea
Las relaciones de Mourinho con el Barça han dado un giro radical desde que despareció Pep Guardiola del paisaje blaugrana.
¡Cómo han cambiado las cosas! Desde que Jose Mourinho abandonó el Real Madrid su relación con el FC Barcelona es otra. Al margen de manifestar que el equipo azulgrana es el mejor de Europa y de sacarse el sombrero ante Leo Messi, a quien considera como el "auténtico número uno de la historia del fútbol", su relación con el responsable técnico del Barça, Luis Enrique, también ha cambiado.
Mou tuvo a Luis Enrique a sus órdenes, como ayudante de Robson primero y de Van Gaal después, y guarda un excelente recuerdo de él. Desaparecido Pep Guardiola del paisaje barcelonista, las relaciones entre Mourinho y el cuerpo técnico actual del Barcelona son excelentes, hasta el punto de que antes de lanzarse el Chelsea a por el fichaje de Pedro el técnico portugués llamó a Luis Enrique para advertirle de sus intenciones y pedirle permiso para quitarle al delantero canario. Mourinho no dio el primer paso para acometer la operación hasta que Luis Enrique le dijo que Pedro es un excelente jugador, que se encuentra en un gran momento de forma y que su marcha suponía más un alivio para el futbolista que un contratiempo para la plantilla blaugrana. Sólo después de obtener el visto bueno de Luis Enrique Mourinho se decidió a fichar a Pedro. en ningún momento quiso generarle un problema al técnico asturiano.
A diferencia de Pep Guardiola, Mourinho tiene una opinión excelente sobre Luis Enrique, de quien recuerda que "podía jugar de lateral, de cerebro, de centrocampista destructor, de extremo o de delantero centro. Menos de portero, de todo". Su espíritu de lucha como jugador ganó a Mourinho, que no tiene el mismo recuerdo de Pep, a quien en su etapa de futbolista vio más como un obstáculo cuestionando siempre los métodos, primero de Bobby Robson y luego de Louis Van Gaal. De hecho, ahora mismo, Mourinho se siente más próximo a Luis Enrique que a Rafa Benítez, uno de sus históricos enemigos.
Luis Enrique ha conseguido que retorne la normalidad a las relaciones entre el FC Barcelona y Jose Mourinho, el mismo que gritó un día desde el balcón de la Generalitat: "Ayer, ahora siempre, con el Barça en el corazón".