La oposición a Florentino huele la sangre: Sus enemigos ya tienen 'cara'
El caso De Gea, la dramática despedida de Casillas o la renovación de Sergio Ramos han hecho que el presidente esté más cuestionado que nunca desde 2009
Nunca, en los hasta ahora más de seis años que Florentino Pérez lleva al mando del Real Madrid por segunda vez en su vida, había estado tan en el ojo del huracán debido a polémicas por su gestión al frente del club. Porque probablemente éste ha sido el verano más agitado en Concha Espina incluyendo los años de Jose Mourinho, que tanta 'carnaza' daba a los medios de comunicación españoles, con o sin motivo. El presidente blanco ha tenido que enfrentarse a varias decisiones nada fáciles y por momentos impopulares, que han hecho que se cuestione su dirección al frente del Madrid casi como en los últimos tiempos de su primer mandato, que le obligó a abandonar el sillón presidencial antes de tiempo allá por 2006.
La mala temporada realizada por el equipo de fútbol el pasado curso (no así el de baloncesto, que curiosamente anda mejor que nunca desde hace décadas) hizo que Florentino decidiera despedir a Carlo Ancelotti en mayo. No fueron pocos los aficionados no contentos con este movimiento, hastiados tras tres años de 'jaleos' con Mourinho. Gustos hay de todos los colores. Tampoco es que el sustituto del italiano, Rafa Benítez, sea el mejor candidato desde el punto de vista estético-publicitario. Un entrenador cuyo bagage suena poco vistoso en el Santiago Bernabéu.
Luego vinieron dos episodios traumáticos. Sobre todo el primero, la despedida de Iker Casillas, cuyo adiós supone una mancha histórica en el escudo merengue para algunos y fue casi fruto de fiesta desenfrenada para otros, pero que inevitable e incuestionablemente generó un arduo debate entre madridistas que colocó al club de nuevo en el foco de todas las miradas. Y la renovación de Ramos, lenta, polémica y desagradablemente aireada en los medios, tampoco ha ayudado al presidente, que para colmo ha tenido que 'pasearse' por algún que otro medio para explicar el caos vivido con el no fichaje de David de Gea.
Ante esto, algunos de los enemigos de Florentino empiezan a resurgir. Han estado callados durante mucho tiempo, conscientes de que el poder (y la gestión) del mandatario no revestía errores de postín o, al menos, su rédito en lo económico era casi imposible de rebatir. No tanto en lo deportivo, pero en eso el Madrid no ha encontrado casi nunca una regularidad digna de sus mejores épocas de antaño, ni con Pérez ni sin él.
Eugenio Martínez Bravo, presidente de Plataforma Blanca, vuelve a salir en defensa de los valores del madridismo que cree perdidos:
Don Florentino tiene a gala saber abrir magníficamente bien la puerta de atrás del Club a muchos de aquellos que si sudaron la camiseta y la mancharon con su sangre. Gente de la casa a la que mostró la salida por la puerta de servicio en lugar de indicarles por donde tendrían que haber salido, en hombros y por la puerta grande. Gente como Pirri, Del Bosque, Raúl, Hierro....jugadores que dieron su vida deportiva a la casa blanca, y cuyo agradecimiento por parte del Presidente no fue un homenaje, o una placa, o un simple gracias....fue un adiós frío, triste, injusto. Pero la secuencia continuaba este verano, con la salida vía despido de un nuevo entrenador defenestrado por un Presidente tornado en director deportivo, que indicaba también la puerta de atrás a Ancelotti sólo un año después de haber ganado la Champions. Un entrenador que más allá de gustos estratégicos deportivos, había encajado a la perfección en el corte de caballero madridista, habiendo conseguido devolver la calma a un vestuario y sala de prensa excesivamente tensionados tras el paso del huracán Mourinho.
Pero al calor insoportable del mes de julio le iba a acompañar una secuencia más: esta vez le tocaba a Iker Casillas, nuestro capitán. Iker ha dado su vida deportiva al Madrid con muchas tardes de gloria y no pocos títulos levantados por esas manos que tantos balones ha impedido cruzar la línea de gol de nuestra portería. El 'caso Iker' ha sido un ejemplo de mala gestión por todas las partes. La de él mismo incluida, como el propio Iker reconocía el día de de su despedida. Pero eso no justifica que mereiese una despedida con honores, con agradecimiento, y desde luego por la puerta grande del Bernabeu. Por el contrario quedará para siempre en nuestras retinas sus lágrimas de despedida bajo la soledad de la ya famosa y triste rueda de prensa. Y de todo esto podemos y debemos sacar algunas conclusiones.
Otro socio ilustre del Madrid, Borja Martínez-Laredo, se expresa en términos parecidos:
"Tengo la sensación de que estamos ante los últimos días de Florentino al frente del Madrid. Su declive empezó dos años atrás. Y el verano ha sido esperpéntico. Empezando por cómo se fue Casillas del club. Me indignó mucho que el otro día, en su entrevista en El Larguero, el señor Pérez echara la culpa de la salida de Casillas a los madridistas. Decía que tuviera la afición cuidado de pitar a los jugadores porque podía pasar esto. Mire, el único responsable de lo de Iker es Florentino, que permitió a Mourinho hacer esa labor de desprestigio con Casillas. Él fue el cómplice de Mourinho en esto y el que empezó la cruzada contra el portero. La afición tiene todo el derecho a pitar o a aplaudir a quien quiera del Madrid, incluido a su presidente".
Son las voces de siempre pero intermitentes, contra un presidente que, es cierto, se juega buena parte de su futuro esta temporada. Dependerá de lo que pase en el césped, como siempre... pero con un desgaste importante detrás.