Las causas -veladas- del cambio total en la política de fichajes del Madrid

El presidente del Real Madrid desvelaba esta misma semana un nuevo fichaje muy 'joven' del Real Madrid: El uruguayo Federico Valverde, uno de los mejores talentos del país 'charrúa', de 17 años, que de momento seguirá en su club actual, Peñarol de Montevideo, hasta que cumpla la mayoría de edad que le permita hacer las maletas rumbo a Europa y, probablemente, al Castilla. Se trata de otro fichaje estratégico llevado a cabo por el club blanco de un jugador de muy corta edad, algo que hasta hace muy poco no era nada habitual. Acostumbrados a contrataciones millonarias de estrellas mundiales, los aficionados merengues vienen observando desde hace meses un giro radical en la política de fichajes de la casa blanca, que comenzó con las llegadas de jugadores como Marco Asensio o Martin Odegaard.

Valverde es calificado en su país como 'un nuevo Beckham', esto es: Un tipo con un grandísimo golpeo de balón, mucho recorrido y clase y una colocación óptima sobre el césped. Y mediáticamente ya tiene ganado a su país, lo cual es bastante dentro del mercado sudamericano. Podría ser una mina de oro en lo publicitario dentro de unos años pero de cualquier forma, tanto en el marketing como sobre el césped, se trata de una incógnita, una apuesta que puede salir bien o mal. ¿Por qué Florentino Pérez ha dado el visto bueno a este tipo de operaciones?

De un tiempo a esta parte, el Real Madrid ha ido bajando notablemente su nivel de 'fichajes galácticos' con respecto al pasado, sobre todo en los primeros años de Pérez como mandatario madridista. Los casi 300 millones gastados por el club para reflotar al equipo en el verano de 2009 con las llegadas de Kaká, Cristiano Ronaldo, Karim Benzema o Xabi Alonso entre otros nada han tenido que ver, sin ir más lejos, con lo vivido este verano, en el que Danilo supone el mayor gasto -31,5 millones de euros- y en el que ni siquiera ha llegado De Gea. Gareth Bale es, hasta el momento, el último fichaje de postín hecho por el presidente blanco. Fue un 31 de agosto... pero de 2013.

Las dificultades del mercado moderno, el hecho de que al Real Madrid siempre traten de sacarle la mayor cantidad de dinero posible por cualquier futbolista que desee y la necesidad de cumplir con un Fair Play financiero que ha limitado bastante los grandes traspasos entre gigantes del fútbol europeo pueden ser las causas de que el club de Concha Espina haya decidido hacer suya la frase "la juventud es el futuro". También es cierto que el mercado actual no está repleto de gangas, ni mucho menos de estrellas que merezcan una inversión faraónica. Es momento de buscar el jugador que "será" en lugar del que ya es. Y en eso, otros actores le llevaban al Madrid muchísima ventaja.

No es de extrañar que el club haya tomado buena nota de las críticas recibidas durante años hacia su política de cantera y de trato con los jóvenes, mientras en otros clubes nacían y se desarrollaban generaciones enteras de jugadores mediáticos en lo publicitario y también tremendamente resolutivos en lo deportivo. Hacia eso va el Real Madrid. Un club que ya tiene a dos de las más jóvenes promesas del panorama europeo de cara a los próximos años, Asensio y Odegaard, y que acelera por otras de más allá del Atlántico, como Valverde. También Dani Ceballos ha sido vinculado últimamente a la disciplina blanca. Una nómina de futbolistas que, quién sabe, quizá formen la columna vertebral del Madrid del futuro. Aunque supongan una apuesta parcialmente a ciegas por parte de un mandatario que nunca quiso ir hacia eso.