Filtrada la reacción del vestuario del Madrid al "No pido perdón" de Piqué

Nada nuevo. Ni los más viejos del lugar se habían cruzado con un tipo con tantas 'pelotas'. Según ha podido saber Don Balón las palabras de Gerard no han sorprendido a nadie en el vestuario del Real. Piqué no ha hecho más que ratificar, punto por punto, lo que expresó en privado, y a la cara, a Iker Casillas y, especialmente, a Sergio Ramos en la reunión previa al partido entre Macedonia-España.

Ramos pedía explicaciones a Gerard, una rectificación, y Piqué la negaba desde el minuto uno: ni estaba arrepentido, ni sentía necesidad de pedir perdón por algo que lleva metido dentro: quiere que el Madrid pierda siempre, así lo siente y así lo dice y dirá.

Un acto de 'rebeldía' que contó con la desaprobación de la práctica totalidad del grupo -también de jugadores del Barça- que creen que Gerard ha llevado su 'personaje' demasiado lejos. Las afirmaciones de Gerard, que han generado tensiones que recuerdan a los peores días de Mourinho entre bandos, pero especialmente su intransigencia han arrastrado al grupo a una tensión sin igual en la concentración con la RFEF en alerta por la deriva de unos acontecimientos que apuntan a secuela.

El pensamiento de Gerard, que ha sido repetido y reafirmado de forma pública, como advirtió a sus compañeros de la Roja que haría antes los avisos del grupo, incomoda al grueso del combinado que no esconde sus deseos de perder de vista a Piqué cuanto antes.