Messi no lo quiere ni ver: el crack del Barça que hace las maletas (y no es Dembélé)
Un jugador azulgrana, arrinconado
Cuando Messi habla, callan y escuchan. No les queda otra a los directivos, entrenadores y compañeros. Saben que el argentino es el rey del Barça y que lo que dice va a misa.
Pocas personas pueden discutir las decisiones de Leo. Piqué, Suárez, Busquets y poco más. Lo que está claro es que Malcom no es uno de esos privilegiados.
El brasileño, recién llegado desde el Girondins de Burdeos, no ha logrado adaptarse al club culé ni a la ciudad en sus primeros tres meses. Tampoco ha podido convencer a Ernesto Valverde para que le dé protagonismo.
Malcom, que costó 40 millones de euros, ha pagado cara su juventud, 21 años, y su inexperiencia en un club de élite. La presión le afecta mucho y su rendimiento sobre el césped no es el mejor.
Messi ya ha dictado sentencia: lo mejor es que Malcom salga en enero. Traspasado o cedido. Pero hoy por hoy no es jugador para el Barça. La Premier aparece en el horizonte y se le busca un posible sustituto para ocupar el rol de revulsivo.
La primera cabeza está rodando.