La doble cara de Cristiano Ronaldo tiene al vestuario 'flipando'
La felicidad/no felicidad de CR7 se mide por su partido, no el del equipo
Cristiano Ronaldo es uno o es otro. El luso lleva peor que mal no ser la estrella del film. Ante el Betis el Real jugó para enmarcar, pero el luso salió del Bernabéu con caras largas: no había metido un solo gol y los aplausos, titulares se los llevaban otros. Una situación que vivió un giro de 180 grados en Cornellà.
Al término del choque Ronaldo se quedó en el campo, dio la mano a cada rival que se cruzó y saludó a la grada con una sonrisa de oreja a oreja. Es la otra cara de CR7. Su partido le había salido para enmarcar y el luso era feliz.
Ronaldo recuperaba el 'pichichi' y era el gran protagonista del paseo blanco con sus cinco goles. Algo que no ocurrió en anteriores victorias del equipo, pero derrotas personales. La última ante el Betis cuando fue Gareth Bale quien se llevó los parabienes.
Entonces, la cara del luso en el vestuario fue un poema, parecía que el Madrid había perdido: desfiló el primero y su celebración por la victoria fue casi nula. Mientras muchos de los compañeros felicitaban a Bale por su gran partido y mostraban su alegría en las redes sociales, fuentes presénciales afirmaron que CR7 prefirió alejarse de la escena para inmiscuirse en sus cosas. Nada nuevo.
En el vestuario del Real alucinan con las dos caras de CR7. Saben que la felicidad/no felicidad del portugués se mide por su partido y no por el del equipo. Es así.