La amenaza a Florentino Pérez con el Barça (y Messi) de un crack del Real Madrid
Lío en el Santiago Bernabéu con el club azulgrana de por medio
Florentino Pérez ni olvida, ni perdona. El presidente del Real Madrid está viviendo el drama de Isco en primera fila.
El máximo mandatario está al tanto de al situación de un jugador conflictivo al que el técnico, Solari, le ha girado la espalda, pero también el grueso de equipo.
En el vestuario únicamente Marcelo y Dani Carvajal mantienen un vínculo estrecho con el malagueño.
El resto, lo defiende de puerta a fuera, pero lo despelleja por al espalada.
Isco no cae bien. Su carácter y personalidad persiguen a un futbolista que arrastra leyendas de lo más negras en el Real Madrid y la Roja.
Así lo afirmaba Juan Luis Galiacho en el ‘Extraconfidencial’, medio en el que explicaba los trapos sucios de Alarcón.
“Francisco Román Alarcón Suárez, conocido deportivamente por su apodo de Isco, es un futbolista de gran calidad técnica, pero de informes negativos como persona que también obran en poder del seleccionador nacional Vicente del Bosque y del presidente de Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar”, espetaba Galiacho.
Siempre según el citado medio en estos informes se habla “sobre su comportamiento y lealtad como compañero que le ha ocasionado serios disgustos en el vestuario blanco y nacional. Tanto que Florentino Pérez tiene en su poder un informe sobre él de cuando le “cazan” riéndose al marcar el Rayo Vallecano el primer gol en el Bernabéu en el último partido de Liga y empatar el partido 1 a 1. Es entonces cuando el cuerpo técnico encabezado por Benítez decide defenestrarlo de manera definitiva, por eso y por individualista y mal compañero”.
Galiacho remataba la información un aviso a navegantes más: “Que ningún compañero cree en Isco, un jugador de gran calidad técnica, pero con grandes dobleces como persona dentro del vestuario, donde se le considera por algunos como un traidor".
Una andanada a la que se suma otra mayor: la que vivió el propio Florentino Pérez en sus carnes cuando Isco amenazó con firmar por el Barça de Messi -su ídolo- si el Real Madrid no pasaba por el aro y le aseguraba una renovación millonaria.
Un pulso que Pérez no perdona, ni perdonará.