El mosqueo (doble) que empañó la fiesta del Madrid-Shakhtar en el vestuario

Algunas decisiones de Rafa Benítez siguen levantando ampollas en la plantilla

El mosqueo (doble) que empañó la fiesta del Madrid-Shakhtar en el vestuario

La fiesta no era para todos. Rafa Benítez tomó dos decisiones que han traído cola. Jesé Rodríguez se pasó un buen rato calentando en la banda para nada. Vuelven los fantasmas. El canario terminó el partido jurando en arameo tras ver como Gareth Bale se rompía y Rafa Benítez se saltaba la lógica para dar entrada a Kovacic, el 'nuevo' que acaba de llegar. Detalle feo.

 

El otro que arrastraba un cabreo de aúpa al término del encuentro ya es un clásico en las enfurruñadas con Rafa. Cheryshev que, tras quedarse en los tres primeros encuentros del Real fuera de la lista, volvía a sentarse en el banquillo del Bernabéu y de allí no se movió. El ruso, que no se mordió la lengua con Benítez el último día de mercado cuando el técnico frenó su salida a Liverpool/Valencia -ambos ponían 20 'kilos' sobre la mesa-, vive una auténtica guerra fría con el madrileño que avisa con calentarse hasta los extremos si las oportunidades, prometidas por Rafa antes de la gira, no llegan.

 

El chic, por su parte, ve como asombro como su progresión se va al traste en año de Eurocopa, cuando necesita más minutos/continuidad que nunca si no quiere ver peligrar su puesto en la Euro con Rusia. En la ventana del mercado de invierno, volverá a intentar su marcha/cesión.