El plan maquiavélico de Bartomeu: O Qatar o vendemos a una estrella

El presidente tiene previsto recurrir a la política del miedo para convencer a los socios sobre la continuidad del sponsor.

El plan maquiavélico de Bartomeu: O Qatar o vendemos a una estrella

Josep Maria Bartomeu trabaja ya en la preparación de la asamblea de socios compromisarios del FC Barcelona que tendrá lugar el día 24 o 25 de octubre, en función de la fecha que se decida para que ese fin de semana juegue el primer equipo. El presidente blaugrana maneja las encuestas realizadas durante las elecciones y otras posteriores en las que se pone de manifiesto que el principal punto de rechazo hacia su gestión es precisamente el sponsor que lleva impreso el primer equipo en la camiseta.

 

Los otros candidatos utilizaron el tema Qatar como arma arrojadiza contra Bartomeu y éste ha iniciado una estrategia para vender el producto a la asamblea de manera que la nueva oferta sea irrechazable. Para empezar, presentará otras dos opciones, dejando claro que ninguna de ellas ofrece las ventajas económicas que reportaría el nuevo acuerdo con Qatar, que pasará de pagar 30 a 65 millones por temporada.

Bartomeu ha estado en Qatar en las últimas horas acompañado del vicepresidente Manel Arroyo para acabar de perfilar la oferta del patrocinador Qatar Airways para las próximas temporadas. Bartomeu sacaría Qatar de la camiseta de entrenamiento del primer equipo, aunque mantendría su presencia en los medios oficiales del club y en todas las instalaciones, pero aportaría un nuevo sponsor para las equipaciones de entrenamiento del primer equipo. De esta manera, dando entrada a un nuevo patrocinador, Bartomeu intentará suavizar la oposición a Qatar, recordando a los socios que nadie paga más y que el club no está en condiciones de rechazar ofertas de esta naturaleza si pretende mantener su competitividad en el plano internacional y nacional. La negativa de los socios a Qatar tendría cumplida respuesta: Si no hay Qatar, tendremos que vender a alguna de nuestras estrellas. Así piensa cerrar el tema Bartomeu, recurriendo a la politica del miedo.