La falta de fondo de armario pasa factura al Barça de Luis Enrique

El equipo puede vivir un calvario hasta el mes de enero, cuando se incorporen definitivamente Arda Turan y Aleix Vidal.

La falta de fondo de armario pasa factura al Barça de Luis Enrique

El FC Barcelona afronta la actual temporada con las fuerzas muy justas. Un error garrafal del planificación, unido a una situación económica delicada, que ha obligado en los últimos meses a vender canteranos amortizados para hacer caja, ha llevado al Barcelona a un callejón sin salida que puede convertir su travesía hasta el mes de enero en un auténtico calvario.

Los gestores del club sabian lo que se les venía encima por las irregularidades cometidas en las incorporaciones de menores de edad en el fútbol base. Estaban advertidos por la FIFA y sabían la sanción que les podía caer encima. Sin embargo, debieron pensar en la intercesión de la vírgen María y que el cataclismo no llegaría. Pero llegó, y la FIFA dejó; al club fuera de dos mercados de fichajes. En lugar de adelantarse a la jugada reforzando la plantilla con el máximo número de jugadores antes de que cayera el castigo de la FIFA, el club se quedó de brazos cruzados y ahora se encuentra maniatado y sin capacidad de maniobra hasta que llegue el mes de enero, cuando -si no cae una nueva sanción-, el club recobrará la potestad para realizar fichajes.

 

Al Barça actual le falta fondo de armario, lo que tenía que haberse previsto antes de la sanción de la FIFA. Luis Enrique puede presentar un once titular galáctico, pero son muy pocas las piezas del banquillo que ofrecen garanías. La lesión de Rafinha, uno de los pocos que se salvaban, agrava todavía más la situación. Salvo en la portería, a la que el pasado año llegaron dos porteros para sustituir a Víctor Valdés, y Luis Suárez, el crack que estaba disponible en el mercado, los demás llegaron como recambios de piezas que saltaban: Vermaelen, Mathieu, Rakitic. El problema que tiene ahora Luis Enrique es que no hay competencia entre sus jugadores. Los once titulares están muy claros y los que no juegan están a un nivel inferior. Es el fondo de armario que no existe y que debería servir para espabilar a los titulares. Queda por ver si en enero Arda Turan y Alexis Vidal serán suficientes para resolver esta contingencia.