El jugador en la boca de Messi tras cada tropiezo del Barça

Caras largas. Y no solo por el empate en Roma. La marcha de Pedro, sin recambio, fue la gota que colmó el vaso en la caseta. El equipo pierde efectivos y, a su vez, calidad. Al término del partido ante la Roma varios jugadores comentaron que la ausencia de Xavi Hernández, y más ahora con Rafinha lesionado, se notaba en exceso. Uno de los más críticos por la bajada de efectivos del equipo es Leo Messi. El argentino había creado una sociedad muy especial con el de Terrassa en el campo. Rafinha, que había mejorado en las últimas jornadas, estaba lejos de ofrecer a Leo el juego vertical que proponía el ex capitán que sigue sin encontrar a un nuevo 'socio'. Este año la profundidad queda en los pies de un Iniesta más 'fino' que el curso pasado, pero que debe cargar con un último pase que Rakitic no ofrece de igual manera. El club no miró al mercado. Y las opciones del filial en esta posición están a años luz de dar la talla.

Al recordado Xavi se suma la marcha de un Pedrito que ha bajado un peldaño el nivel del Barça. Pedro era un valor seguro en el césped y fuera de él. Una salida que ha traído una gran preocupación al equipo que es consciente que este año la plantilla es demasiado corta: los jugadores subidos del filial no están a la altura: poco se espera de Sandro y Munir, al igual que no termina de convencer Bartra. Vermaelen vuelve a estar lesionado, y siguen habiendo muchas dudas sobre Mathieu. 

El grupo espera ganar algo de empuje en enero con la participación de Arda Turan y Aleix Vidal, pero, por ahora, el optimismo ha volado de la caseta azulgrana: no se intuye un años de grandes vítores. El vestuario es muy consciente de que el el Barça ha quedado reducido a un once y poco más, y así es muy difícil aspirar a todo.