Condenados: los cracks que no jugarán ni un minuto más en el Barça (por orden de Messi)

Condenados: los cracks que no jugarán ni un minuto más en el Barça (por orden de Messi)

Dos estrellan, señaladas

Leo Messi es el jefe del Barça de lunes a domingo y las 24 horas del día. Todos los problemas y todas las dudas pasan por el argentino, quién se encarga de despejarlas.

El capitán tiene grandes esperanzas depositadas en esta campaña y no quiere ningún lastre. Líder en la Liga Santander, en semifinales de Copa del Rey y en octavos de la Champions League. El sueño de conquistar el tercer triplete en su historia es real.

Aunque, para ello, aún queda mucho trabajo. Tras el empate en San Mamés ante el Athletic de Bilbao, el Real Madrid queda a seis puntos, con un Clásico en el Santiago Bernabéu a la vuelta de la esquina.

En Copa, también se verán las caras con el cuadro de Solari y en el feudo blanco, tras el uno a uno cosechado en el Camp Nou. Y en copa de Europa, espera el Olympique de Lyon, tan irregular como peligroso.

Consciente de que se acerca el tramo decisivo de la temporada, Messi ha dejado bien claro que solo jugarán los que tengan que jugar. Ni experimentos, ni cantera, ni rotaciones. Nada. En el campo, solo quiere a los mejores.

Por lo tanto, no se podrá ver en acción a las jóvenes promesas como Todibo, Miranda, Riqui Puig, Abel Ruiz… hasta nuevo aviso. Pero Leo tiene a dos futbolistas en la agenda a los que no quiere ni ver hasta junio.

Se trata de Jeison Murillo y de Kevin-Prince Boateng. Dos llegadas en contra de su voluntad y que provocaron un terremoto tremendo en la sede del club culé.

El colombiano fue petición de Valverde, pero solo dos partidos le han bastado para ver que su nivel está a años luz del que se esperaba. Hoy por hoy, no es jugador para el Barça. De hecho, según dicen desde el vestuario, no está ni en condiciones físicas para jugar en primera división. Su crédito está más que acabado.

Por otro lado, el ghanés jugó su primer partido en Sevilla nada más aterrizar en Barcelona. Se mostró inadaptado y tímido, algo lógico debutando en todo un Barça, en un campo complicado, y acompañado de los menos habituales.

No se le concede ninguna culpa del tropiezo en el Ramón Sánchez Pizjuán, porque no la tiene. Pero sí que ha dejado muy mal sabor de boca en los entrenamientos, donde Messi se ha percatado de que no es un relevo de garantías para Luiz Suárez.

Por suerte, sus cesiones solo se extienden hasta junio…