Quién es quién en el oscuro 'juego' para sacar a Cristiano del Real Madrid
Las verdades y las mentiras que supone el arreón, otra vez, de un rumor que ya cansa
"Cristiano Ronaldo está preparando su salida del Real Madrid", "este año será el último de CR7 en el conjunto blanco" o "Cristiano no se lleva bien con Rafa Benítez" son algunos de los rumores que han aderezado la actualidad diaria del equipo blanco desde que comenzó la temporada. Las historias sobre una hipotética salida del crack portugués del club son ya un clásico de cara periodo estival e incluso de cada crisis blanca, cada vez que el futbolista está unos cuantos partidos sin marcar goles o si se le ve incómodo sobre el césped.
Ni sus ocho tantos en dos partidos han aplacado esta vez las historias que hablan, primero, de una mareante oferta por parte del PSG francés de 150 millones de euros; ni tampoco los cantos de Sirena que (siempre) llegan desde Manchester. El United se esfuerza en dejarle claro a su ex jugador que estarían encantados de volver a verle por allí y que no escatimarían en gastos para conseguirlo, a pesar de que su oferta sería menor que la del París Saint Germain, pero suculenta en lo económico: 15 millones de euros limpios por temporada, según 'Mirror'.
En cualquier caso, hay varias cosas que son ciertas en toda esta historia y otras que no lo son tanto, y hay que contar con la intención y el pensamiento de todos los actores implicados en el caso. El primero, el propio jugador. Se dice que los futbolistas juegan siempre donde ellos quieren, y no parece que Cristiano quiera moverse de Madrid por el momento. No tendría más opciones de ganar títulos colectivos o individuales si lo hiciera, fuese a donde fuese, y no cobra nada mal... además, él mismo ha dicho que le gustaría acabar su carrera en Estados Unidos, en la MLS, lo que le aleja de cualquier contrato multimillonario 'pre retirada' en Europa.
Por otra parte, está el deseo del club, que no es otro que el de mantener a CR7 todo el tiempo que sea posible. Es una mina de oro futbolísticamente por juego y goles, y también de ingresos. ¿Por qué dejar de contar con él? Sólo cuando la situación, por edad, hipotéticos problemas físicos o de malestar dentro del equipo, o por una voluntad firme del jugador fuese insostenible, se plantearían dejarle marchar.
Y, por último, está el entorno. El vestuario, los compañeros, la afición. Cristiano ha ganado todavía más peso con la marcha de Iker Casillas y la gente le venera en el Bernabéu, amén de pitos muy intermitentes y solitarios cuando falla alguna ocasión. En definitiva, nada apunta a que pueda hacer caso de esa enorme rumorología de millones de euros que llega desde Europa. La pelota está en su tejado, y en el de la entidad.