Luis Enrique y Bartomeu no se ponen de acuerdo por el fichaje de Nolito
Las razones por las que la junta directiva no ve con buenos ojos la incorporación del "capricho" dl técnico.
El fichaje de Nolito en el mercado de invierno se ha convertido en un foco de fricción entre Luis Enrique y Josep Maria Bartomeu. Luis Enrique tuvo al jugador en el Barça B y después lo reclamó para el Celta. Ve en él al sustituo ideal de Pedro, al jugador que puede utilizar con plenas garantías para dar minutos de descanso a Messi, Neymar y Suárez. El técnico sólo atiende a razones deportivas y reclama el fichaje sí o sí.
Bartomeu no se atreve a llevarle la contraria al técnico, consciente como es de que la grada está con él, pero no ve con buenos ojos su interés por Nolito, y ese punto de vista es compartido por buena parte de su junta directiva. Primero porque Nolito ya perteneció al Barcelona y se le concedió la baja -en la época de Guardiola- porque los técnicos considderaban que no tenía sitio en el primer equipo. Se trataría de una cuestión de coherencia interna. Y en segundo lugar porque no ha gustado nada la actitud del jugador mostrando muy poco compromiso con el Barça. Se le pidió que en su renovación por el Celta, dejando su cláusula de rescisión en 30 millones, se preocupara de incluir un apartado según el cual si era el Barcelona quien venía a buscarle rigiera la cláusula antigua de 18 millones. Nolito lo intentó, pero con poca convicción. Y el precio para el Barcelona es ahora de 30 millones, como para los demás. En el club consideran que es un precio excesivo para un jugador que ya no es un niño -está a punto de cumplir 29 años- y que llegará al Barça más para cumplir un plan de jubilación que para ofrecer un rendimiento competitivo y a la altura de los tres delanteros que tendrá por delante.
El pulso está planteado. Queda por ver quién será el vencedor.