Así vive Keylor en Madrid: La Finca, un lugar donde nadie cierra la puerta

El portero no tenía intención alguna de abandonar la ciudad. Vive en una preciosa casa y se casó al principio de un periodo estival de locura

Así vive Keylor en Madrid: La Finca, un lugar donde nadie cierra la puerta

El pasado 20 de junio, Keylor Navas disfrutaba de una apasionante y multitudinaria noche de alegría en un rincón apartado de San José, la capital de Costa Rica, casándose por la vía religiosa con la que ya era su esposa oficialmente por lo civil, Andrea Salas, en la pequeña Iglesia de Santa Ana. Estaba en mitad de sus vacaciones con el Real Madrid y aunque seguramente ya sabía el tipo de verano que se le avecinaba, no podía imaginar cómo acabaría este último periodo estival para él, casi metido en un avión en una solitaria terminal en el Aeropuerto de Madrid sin saber qué sería de su futuro en las horas siguientes. Un calvario, un horror que en pocos días no sólo ha pasado sino que ha tornado en alegría máxima, fruto de su titularidad consolidada con los blancos y su ascensión como uno de los pilares en los que se está basando el nuevo equipo comandado por Rafael Benítez.

 

La boda con Andrea Salas era un síntoma de estabilidad, justo lo que él ha deseado y le ha pedido, sobre todo, a Dios durante estos últimos tiempos. Nunca quiso marcharse del Real Madrid, pero sabía que si el club iba a por David de Gea seguramente tendría que hacerlo; y lo más honorable: ni estuvo nunca dispuesto a echarle la culpa a la entidad porque entendía la oportunidad que suponía el fichaje del cancerbero español, ni tampoco iba a rechistar por irse al Manchester United pese a que él mismo pintaba poco en la operación.

 

Keylor es un tipo sencillo, familiar. Así le gusta exhibirlo cada vez que es entrevistado por los medios de comunicación: "Mi esposa me aguanta", suele decir. Se apoya en ella, en la familia y en la religión para su vida cotidiana. Y es callado, reservado y, sobre todo, muy trabajador. "Después de la noche del 31 de agosto (la del lío con De Gea) ya había llorado con mi esposa y necesitaba algo más. Tuve una conversación con José Ángel y Florentino (director general y presidente del Real Madrid) y llegué a Valdebebas. Me puse los guantes y entré a la cancha a darlo todo. Había algunos compañeros. Me acuerdo que hablé con varios. Otros estaban en las selecciones y me escribieron para decirme que querían que me quedara", explica. Este es el día a día de Keylor Navas en Madrid.

 

Pese a todo, no olvida sus inicios. Tampoco aquellos lugares que le han permitido dar saltos de calidad en la vida. Su pequeño hijo es de Castellón, donde se hizo famoso defendiendo los palos del Levante; pese a todo vive en el 'bunker' de La Finca en la capital, el reducto donde tienen su residencia varios pesos pesados de la plantilla del Real Madrid, pero sin abusar ni alardear, pese a que a fecha del año pasado pagaba 11.000 euros al mes por el alquiler. La Finca, por cierto, es un sitio peculiar. Cuenta con una seguridad tan alta que, tal y como cuentan "puedes irte un mes de casa y dejar las puertas abiertas que nadie te va a robar". Cámaras de seguridad, personal de vigilancia por doquier, alarmas, infrarrojos y hasta un sistema de detección por movimiento.

 

En la mañana del 31 de agosto era ajeno a todo lo que se cocía a sus espaldas, pintando las paredes, precisamente, del que estuvo a punto de dejar de ser su hogar y ahora lo sigue siendo. Un tipo corriente que trata de sobrevivir en medio de una vida de vértigo. Un ejemplo a seguir.