Así queda el Madrid tras San Mamés: Kovacic se consagra, Benzema se destapa

El delantero francés asume galones en otro partido sin marcar de CR7; Isco, mejorable, lejos de su mejor versión. Recital de Modric y Varane y detalles de Casemiro

Así queda el Madrid tras San Mamés: Kovacic se consagra, Benzema se destapa

Si podemos destacar algún nombre propio en la victoria del Madrid en San Mamés, los primeros en surgir serán los de Mateo Kovacic y Karim Benzema. El primero, por ser el elegido por Rafa Benítez para entrar como titular por primera vez con el equipo y en un campo tan complicado como el del Athletic; y el francés, por ser el autor de los dos tantos que otorgaron a los merengues una de esas victorias que valen más que tres puntos, valen confianza. Creer en el proyecto, en el trabajo. Creer en el propio Benítez.

 

Un Benítez que, de momento, le está sacando mucho partido al centrocampista croata fichado al Inter en los últimos días de mercado. Y vaya con Kovacic. El balcánico sigue evidenciando ligeras lagunas en defensa y quizá movimientos algo alocados, pero en general completó un muy buen partido en San Mamés. Su misión consistía en ser una ayuda para Modric y Kroos en la salida de balón, sabiendo el Madrid que el Athletic adelantaría sus líneas para no dejar que los blancos salieran con el esférico controlado. Apoyó en todo momento y estuvo atento a todas las pelotas divididas, cerrando espacios por el medio. Corrió hasta la extenuación y se descolgó con peligro en ataque cuando pudo, hasta el punto de fallar en un disparo a bocajarro contra Iraizoz en área pequeña que pudo suponer el 0-2. También hizo trabajar al portero vasco en un remate de volea a la media vuelta durante la primera mitad.

 

Si Kovacic ha ido progresando hasta ser el jugador número 12 del equipo, Benzema lo ha hecho para convertirse en el líder del ataque del Real Madrid. Al menos, lo está siendo en las últimas fechas con permiso de Cristiano. Marcó el único gol del partido ante el Granada y volvió a hacerlo por partida doble frente a los bilbaínos, demostrando que se ha tomado muy en serio ese reto de Benítez de superar los 25 goles al final de la Liga. Además, sigue teniendo eso que ningún otro delantero madridista tiene: Capacidad para ser generoso en el buen sentido. Benzema asiste a sus compañeros, busca huecos para ellos y ofrece soluciones entre líneas. Vertebra el ataque, en una palabra. De dudoso en pretemporada por el cambio de rol de Gareth Bale ha pasado a indiscutible.

 

Pero todos los partidos pueden tener aspectos no tan positivos. En este sentido, el rendimiento de Isco no fue malo pero el malagueño volvió a evidenciar que está lejos de su mejor versión. No es tan definitivo como la pasada temporada y le cuesta algo más conducir la pelota con velocidad y encontrar pases letales. Ante el Athletic le faltó algo de pausa y tiento en algunos controles. Pese a todo, sigue suendo útil y dio el pase de gol del 1-2 en la segunda parte.

 

Varane y Modric completaron un gran partido y demostraron que, a día de hoy, son dos de los jugadores más en forma y en concreto el croata absolutamente imprescindible, probablemente el jugador menos capaz de faltar en el once inicial. Por último, destacar mínimamente la aportación de Jesé. El canario tuvo algo más de diez minutos cuando al Madrid le tocaba defender. No tocó muchos balones pero mostró buena actitud salvo en algunas acciones defensivas en las que le cuesta arrancar, aunque ofreció salida a sus compañeros, provocó una cartulina amarilla e incluso protagonizó dos buenas jugadas de contragolpe que pudieron poner la sentencia de Cristiano Ronaldo en el marcador.