Cuando los políticos también hablan de fútbol, ¿de qué equipo lo hacen?

Algunas figuras destacadas de la vida política española no han dudado en confesar los colores que más les han hecho vibrar en los estadios

Cuando los políticos también hablan de fútbol, ¿de qué equipo lo hacen?

Los más listos recomiendan no discutir jamás sobre estos temas: toros, religión y fútbol. Ahora bien, ¿qué ocurre cuando los auténticos expertos en discutir, los políticos, revelan al mundo qué equipo es el que tienen grabado a fuego en su corazoncito? Pues que unos soprenden y otros, no tanto.

 

Mariano Rajoy: Real Madrid

 

El actual presidente del Gobierno, aunque nacido en Galicia, es un reconocido seguidor del club blanco, tal y como lo fue uno de sus predecesores en el cargo, José María Aznar. Lo más curioso es que uno de sus hijos fue socio del Barça. Al menos por un tiempo. Ramon Fusté, directivo azulgrana en 1999 y amigo de Rajoy, se encargó de darlo de alta en el club barcelonista poco después de que el primogénito del líder del PP viera las primeras luces en la Clínica Dexeus de Barcelona. ¿Tendrá aún ese carnet?

 

José Luis Rodríguez Zapataro: Barcelona

 

El predecesor en el cargo de Rajoy le lleva la contraria no sólo en color político, sino también en los colores futbolísticos. Natural de León, su equipo de siempre fue el Barça. No obstante, las trabas puestas al Estatut catalán aún durante el gobierno del PSOE llevaron al entonces máximo dirigente azulgrana, Joan Laporta, a hacer una sonada declaración. "Me arrepiento de haberle dejado tocar la Copa de Europa", señaló el dirigente barcelonista en referencia a la Champions conquistada por su equipo en 2006 frente al Arsenal.

 

Pedro Sánchez: Atlético de Madrid

 

El secretario general del PSOE se desmarca de los dos políticos anteriores apostando por el que se considera como el tercer equipo con más seguidores de la Liga española, el Atlético de Madrid. La labor que ha estado realizando al frente del equipo el Cholo Simeone le tiene más que encantado. No obstante, ha confesado ser más fan del baloncesto que del fútbol. En ese caso, el equipo de sus amores sería Estudiantes.

 

Felipe González: Real Betis

 

Nacido en Sevilla, este ex presidente del Gobierno español y ex máximo dirigente del PSOE estaba destinado, por ideología, a ser seguidor del Betis, el equipo obrero de la ciudad hispalense. Un dato del todo anecdótico para aquellos que siempre sospechan que el poder político puede llegar a barrer para casa en lo futbolístico: el Betis ganó su única Liga en la temporada 1934-1935. 

 

Pablo Iglesias: Numancia

 

El líder de Podemos ha confesado ser seguidor del Numancia, dado que pasó su infancia en Soria. Desde algunos medios se le han atribuido simpatías hacia el Rayo Vallecano, un equipo obrero y que, además, es el del barrio en el que vive, así como otro dato que puede levantar más de alguna ampolla: le han acusado de ser, por encima de todo, antimadradista.