Ojito con lo que se va cociendo en el vestuario del Barça...

El aparente buen rollo en la plantilla esconde conflictos/celos/envidias

Ojito con lo que se va cociendo en el vestuario del Barça...

La calma apunta a tempestad. Varios conflictos internos están marcando el día a día en el Barcelona. A saber. Ter Stegen. La actitud del germano en su lucha -perdida- con Claudio Bravo ha arrastrado al grupo que se ha posicionado a favor del chileno, pero que ha generado un mar de fondo incómodo en la plantilla que ha visto como los celos/envidias del alemán ponían en riesgo el aparente buen rollo del grupo. No ha sido el único.

 

Gerard Piqué tiene dividido al personal. Las salida de tono del central no han sentado por igual a una mayoría obligada a defenderlo en público, pero que, en privado, no niega las distancias con un jugador controvertido al que el vestuario ya avisó negándole la capitanía.

 

Leo Messi. El argentino no quiere ver su estatus amenazado en el Barça por un Neymar que se está quitando la piel de cordero para empezar a mostrar el lobo que lleva dentro. El club ni se plantea colocar a 'Ney' a la misma altura que el argentino en la manida renovación del carioca. El '11' azulgrana caerá por debajo de Leo en la escala salarial, pero los Messi quieren saber cuantos peldaños por debajo, si serán varios o quedará, problema, a tiro de piedra del '10', algo que no aceptarán.



Al margen, desde el club ha trascendido que el entorno de Neymar no está mostrando la más mínima prisa por sentarse a negociar. Mientras en el Barça trabajan para atar el acuerdo hoy mejor que mañana, el clan brasileño empuja la negociación hasta entrado 2016. Dos motivos, primero: el jugador cuenta con ofertas sobre la mesa que doblan su sueldo e incluso lo posicionan por delante de Lionel en lo económico y deportivo. Y segundo, la familia está convencida de que Neymar quedará segundo en el Balón de Oro y cree que ese nuevo 'estatus' es una baza enorme para apretar al club en las negociaciones.

 

Y la clase media. El runrún del malestar de los Munir/Sandro/Mathieu/Bartra/Adriano y compañía va en aumento. Los últimos comentarios internos apuntan al menosprecio de algunos jugadores al concurso de los señalados alegando, y no les falta razón, que con ellos en el campo el Barcelona baja peligrosamente el nivel obligando a los 'buenos' a multiplicarse para tapar las carencias de los 'malos'. Es decir, las rotaciones, más que dar descanso a algunos, están desgastando a otros. El fondo de armario, banquillo, del Barceonla nada tiene que ver con, por el ejemplo, el del Madrid -Kovacic, Casemiro, Isco, Jesé, etc- con jugadores de primer nivel dispuestos a sumar, y no a restar, con los cambios.