¿Remontada? Lo que se habló en el vestuario del Barça cuenta la otra verdad
Sólo un incauto apostaría al Barcelona como ganador en Milán
El equipo no se siente en plenitud. Ante el Leverkusen otro 'milagro' dio los tres puntos a un vestuario que se sabe en alambre. En la plantilla del Barça, al término de partido, predominaban las caras largas: no gustó el encuentro. La sensación que se ha instalado en la caseta azulgrana es que este equipo ha perdido brillo. Las dificultades para doblegar al Bayer fueron excesivas para un Barcelona superior línea por línea. En asuencia de Messi, Neymar no marcó las diferencias. No lideró a un grupo que perdió a Iniesta por lesión un mes.
Existe el convencimiento de que el Barça llega un peldaño por debajo a este inicio de curso. Los pesos pesados señalan la falata de relevos de garantía para mitigar sanciones/lesiones que pueden hacer de este primer tramo de la campaña un vía crucis. El equipo depende, más que nunca, de sus cracks: Suárez/Neymar, una fórmula que deja al equip en manos de una única suerte. El once del Baçra echa de menos más variables, propuestas que desatasquen partidos rocosos ante rivales que parecen haber tomado la matrícula al juego culé. El regusto de boca, pese a al victoria, fue amargo. El equipo esperaba más de sí mismo en el estreno en la Champions en el Camp Nou. De puertas a fuera remontada y alegría, de puertas a dentro, la verdad: esto no va. Hay margen de mejora, pero en la plantilla nadie esconde que hasta enero la cuesta va a ser terrible.