Bartomeu le ofrecerá a Alves una oferta a la baja
Bartomeu juega con el deseo del jugador de quedarse, con la interés de Luis Enrique de que siga y con la seguridad de que no tiene ninguna oferta.
Dinorah Da Silva, la ex esposa y representante de Dani Alves, está desesperada. Hoy ha explicado públicamente a Cuatro y La Sexta que Dani Alves quiere seguir en el Barça, pero el club no ha movido ficha, no ha mostrado ningún interés por el diálogo y ofrece la imagen de que no está interesado en la continuidad del internacional brasileño. Sin embargo, la realidad es diferente. La directiva, que considera a Alves ya amortizado, espera que sea el propio jugador quien pida quedarse porque considera que las supuestas ofertas que ha recibido no son más que un farol.
La idea del presidente Bartomeu es ofrecerle una renovación a la baja. Pasar de cinco millones netos a tres más variables. En el club saben que Alves es feliz en el Barça y en Barcelona y que su deseo es acabar en el Camp Nou su carrera deportiva. Y van a utilizar sus bazas para conseguir que Alves se quede, pero a un precio razonable. Mientras tanto, Dinorah, la agente que lleva al jugador, trata de forzar la situación: "Bartomeu no llama, ni siquiera le conozco", ha dicho hoy. Y ha advertido de que "Dani está triste. Quiere seguir y no se mueve por dinero". A esto último es a lo que se va a agarrar Bartomeu. Si quiere seguir y no se mueve por dinero, el Barcelona le ofrecerá la oportunidad de cumplir sus deseos, pero a un precio que la directiva considera razonable teniendo en cuenta la edad del jugador y que lo mejor de su carrera ya ha pasado.
A favor de Alves juega la sanción de la FIFA que impide al club realizar fichajes hasta enero. Para nadie es un secreto que ni Montoya ni Douglas están capacitados para tomar su relevo. Por eso Alves está tranquilo, a pesar de lo que diga su ex mujer, sabe que tiene la sartén por el mango y está convencido de que la oferta de Bartomeu llegará. Es como una partida de póker en la que los faroles están a la orden del día. Dinorah ha amenazado con conversaciones con otros clubs y Bartomeu ni ha movido la ceja.