"Ancelotti es como aquel 'abuelo' que siempre consiente al nieto"

El vestuario del Real Madrid se posiciona del lado del entrenador en el puslo existente entre la directiva y el cuerpo técnico

La visita de Florentino Pérez a Valdebebas el lunes pasado tras la derrota (4-0) en el Calderón fue interpretada de diversas formas en el club. En los despachos se proclamó que la intervención presidencial fue el golpe de autoridad imprescindible para recuperar el compromiso de los empleados. Los jugadores vieron en ello un formalismo con fines propagandísticos y una señal de desconfianza hacia el técnico y la plantilla. Las relaciones entre la dirigencia y el vestuario no pasan por su mejor momento.

Según el entorno de Pérez, en la reunión con los futbolistas Cristiano no se pronunció. Ramos, por su parte, excusó su ausencia alegando que estaba curándose la lesión. Y, en general, la aparición del 'presi' ni gustó, ni apasionó a ninguno. Más bien molestó. Y, especialmente, a un Ancelotti que se sintió desacreditado, una vez más, a ojos de los suyos. Una idea que fue captada por la plantilla a la primera. 

En este sentido, fuentes vinculadas al club aseguran que "los jugadores están con el entrenador, pese a lo que les toca esuchar desde el Madrid de Carlo". "La celebración del gol de Marcelo no es casual. Es una muetra evidente de apoyo a Carletto y un mensaje muy claro al presidente: estamos con Ancelotti". 

Unas voces que explican que "un sector de la plantilla no encuentra justo la dureza con la que se habla de Carlo en el club, epecialmente la que emplea Florentino. Creen que está haciendo un buen trabajo y que no es el responsable de nada, sino que la responsabilidad del mal momento de juego de estos últimos meses es compartida." En este sentido, una segunda versión, más atrevida, explica que "la plantilla quiere Ancelotti porque con Ancelotti hacen y deshacen a su antojo. El italinao es un tipo afable. No se le conocen grandes broncas y cae bien a la mayoría. Es como aquel 'abuelo' que siempre consiente al nieto". 

Sea como fuere, lo que parece evidente es que el presidente va perdiendo fuerza en el vestuario blanco. A él se le atribuyen algunas filtraciones a la prensa tras la bronca de Valdebebas y posterior al encuentro ante el Atlético que han molestado al grupo. Una realidad que está logrando unificar a las diversas facciones de la plantilla en torno a la figura de Carlo.