Bartomeu -como Rosell con el Barça de Guardiola- está fulminando al equipo
El presidente y su acólitos son el primer eslavón en la cadena de despropósitos
Sandro Rosell no necesitó más que una temproada para 'fumarse' a Pep Guardiola y, por ende, al mejor Baçra de la historia. Luego saldría por la puerta de atrás del club. Josep Maria Bartomeu, mandatario elegido en las urnas, va camino de hacer de su amigo 'Sandrete' un Santo.
El cuerpo técnico, con Luis Enrique a la cabeza avisó en el verano de 2014: hay que apuntalar posiciones ya ante la que probable sanción de la FIFA. Ni caso. Para 2015, con la prohibición siendo un echo, se esperaba la llegada de un central y un extremo internacional-Marco Reus estaba en la lista- o nacional -Nolito- para apuntalar el equipo en enero, pero que cojieran el ritmo Baçra desde ya, como han hecho Turan/Vidal, tras las debilidades mostradas atrás donde Bartra no convence, Vemaelen es de cristal y la marcha de Pedro/Xavi/Montoya -este útlimo ni servía, ni sirve- ha dejado a la plantilla tocada de efectivos/fondo de armario.
Pero Josep Maria Bartomeu dicataba sentencia: no retenía al grupo en el mercado pese a no poder reforzarlo por la sanción FIFA, contradecía las opiniones del staff y daba luz verde a las ventas señalando a Munir/Sandro como los mejores refuerzos.
El equipo tirará con lo puesto para preocupación de un vestuario que afirma sin tapujos que Bartomeu está reventando el equipo con sus decisiones en la parecela deportiva: "Así es imposible volver a ganar algo", afirma un miembro del cuerpo técnico.
La gran inversión se realizará en la renovación de Neymar que aprieta al club con ofertas de Manchester y PSG para acercar sus emolumentos a los de Leo Messi. Los 46 millones obtenidos en ventas esta campaña servirán para contentar al carioca.
Además, el club necesita recuperar el equilibrio financiero, acometer el Espai Barça y cumplir con los Estatus del club: el artículo 67 avisa que la deuda neta -328 'kilos'- no puede superar el ebitda del club multiplicado por 2,75 que en 2014-15 fue de 278 millones. La junta directiva de Bartomeu tiene dos años para reconducir unas cuentas que han tomado una tendencia preocupante -y silencida- en los últimos años. De lo contrario, y según recogen los propios estatutos, cualquier socio podría forzar su dimisión.
El Barcelona arrastra, además, una importante operación de mercado del pasado curso en el que la entidad invirtió hasta 157 millones. Nuevas incorporaciones con fichas elevadas -caso de Suárez- que dispararon el sueldo medio del equipo hasta cifras alarmantes con los pagos de los bonus/variables por la consecución del triplete, un 40% más. A esto se suman las generosas renovaciones del presidente en la previa electoral, entre ellas la del técnico que multiplicó por mucho su ficha bajo amenaza de dejar a ‘Barto’ tirado. El Barcelona roza el tope salarial: un fichaje de campanillas en enero, sin salidas, haría saltar la banca.
Por si fuera poco, la actual directiva se comprometió a no poner en marcha las obras del Espai Barça hasta que la deuda del club estuviera por debajo de los 200 millones de euros. Los 'kilos' obtenidos por la venta de Pedro/ Traoré ayudarán a ello. Como lo hará la renovación con Qatar: la campaña del terror ya se ha puesto en macha en los medios afines: si queremos fichar, hay que seguir llevando Qatar Airways en la camiseta.