Los jugadores del Barça B que están a punto de coger la puerta y largarse

El desencanto en la plantilla es generalizado por el escaso interés que Luis Enrique pone en ellos.

Los jugadores del Barça B que están a punto de coger la puerta y largarse

El Barça B, a las órdenes de Gerard López, está protagonizando una temporada decepcionante en la Segunda B después de su descenso de categoría en la temporada pasada. Figura en la decimoquinta posición de su grupo, con 9 puntos, a diez del Villarreal B, que comanda la tabla. Ha ganado dos partidos, ha empatado tres y ha perdido otros tres.

 

La situación del filial ocupa y preocupa en el club, especialmente después de la pérdida de categoría de la temporada pasada, por cuanto se entiende que el Barça B es el buque insignia de la cantera y ya hace años que no consigue ofrecer la imagen de equipo ganador que debe caracterizar al Barça en todas sus disciplinas deportivas. Lo cierto es que la temporada pasada se produjeron diversos actos de indisciplina en la plantilla que acabaron por condenar al equipo al descenso. Se esperaba que Gerard López, que salió precisamente de la cantera y que jugó en este equipo, fuera capaz de poner orden en el grupo, pero nada ha mejorado y el rendimiento de las promesas del futuro es decepcionante. Grimaldo ya ha avisado al club que no quiere cesiones ni renovaciones y que sólo espera a que finalice su contrato el próximo 30 de junio para abandonar la entidad con la carta delibertad en el bolsillo. Y no será el único. Los jugadores del filial se sienten desmotivados al comprobar que Luis Enrique no cuenta con ellos ni en situaciones de emergencia, cuando el club lleva año y medio con la prohibición de realizar fichajes. Munir y Sandro apenas son figuras decorativas en el primer equipo y quien más quien menos empieza a buscarse la vida lejos del Barça. Algunos han informado ya al club sobre sus deseos de abandonar el filial en el mercado de invierno. Otros los harán en verano, pero los Bargnack, Dongou, Rolón, Samper y el propio Grimaldo tienen todos los números de desligarse de la disciplina azulgrana entre diciembre y junio.

 

Y mientras tanto, el Barça B prosigue con su descalabro en la Segunda B. Hacía mucho tiempo que el Barça B no vivía una situación tan delicada marcada por la pobreza de sus resultados y por el malestar que se respira en la plantilla.