Lo que Simeone no reconoce (en público) pese a salvar los puntos en Anoeta
Su equipo juega fatal y Jackson sigue desaparecido. El juego estelar y los goles de Griezmann salvan la cara al Atlético
¿Qué sería de este Atlético sin la presencia de Griezmann en sus filas? Es una pregunta que se empieza a hacer la afición colchonera y probablemente el propio técnico Simeone.
El enésimo ejemplo se vio ante la Real Sociedad. El equipo rojiblanco se llevó los tres puntos y sigue arriba en la clasificación de una Liga que se presume más igualada que nunca. Pero otra cuestión salta a la luz, ¿dónde estaría el Atlético si mostrase la solidez y efectividad de otros cursos? Seguramente mucho más arriba.
Y esta es una de las lamentaciones de Simeone. Contra los donostiarras, su equipo aprovechó que tiene a un jugador extraordinario para marcar la diferencia. Eso sí ante un rival que no dio la talla, a pesar de tener a jugadores con más talento y que parecen estar con el freno de mano puesto.
El Atlético no jugó bien, pero tiene a un Griezmann en estado de gracia y en la primera opción que tuvo, dejó atrás a media Real y con una elegante vaselina marcó. El segundo fue ya con el tiempo de partido transcurrido y casi con los jugadores de la Real protestando un posible penalti que el árbitro no les señaló. Pase de Torres y resolución del Ferreira Carrasco.
Siguieron sin tenerse noticias de Jackson Martínez. Salió como titular y acabó sustituido. Las crónicas dicen que no tuvo una buena tarde, aunque no es una novedad.
Simeone tiene trabajo. El equipo no juega bien y el mismo lo reconoce que tiene que mejorar. Aún está a tiempo, pero el problema es encontrar la manera de hacerlo.