La otra cara del Rayo de Paco Jémez: Lo que se oculta (y con otros no)

El 5-2 del Camp Nou supuso otra rueda de elogios pese al resultado. Los números son brutales en contra del entrenador

La otra cara del Rayo de Paco Jémez: Lo que se oculta (y con otros no)

Conste que no es la intención de estas líneas atacar de forma gratuita al que es, para muchos, uno de los mejores entrenadores de la Primera División de la Liga española. Paco Jémez, el hombre que ha mantenido al Rayo Vallecano durante todas estas últimas temporadas en la máxima categoría con el menor presupuesto y teniendo que reconstruir un equipo compuesto de retales año tras año, es probablemente también el entrenador más querido por la prensa o, al menos, el que más 'cancha' tiene a la hora de arriesgarse o cometer equivocaciones. Este fin de semana volvió a caer goleado con su equipo en el Camp Nou ante el Barça, pero pese a todo casi todas las interpretaciones del choque han ido más encaminadas a elogiar a los franjirrojos que al equipo local, que fue el que ganó el partido.

 

Las crónicas hablan de "equipo valiente" que siempre "intenta jugar al fútbol", sea quien sea el rival que tiene en frente. Sin dura algo admirable, pero que contrasta con la efectividad de esa forma de manejar estos partidos. Contra el Barcelona en concreto el balance de Paco Jémez como entrenador del Rayo Vallecano es de siete derrotas, con 31 goles encajados y sólo 4 marcados.

 

Son cifras que, para cualquier otro entrenador y probablemente para cualquier otro del Rayo Vallecano a pesar de ser contra el Barcelona supondrían críticas. Pero Jémez ha sabido ganarse el respeto y la admiración de todo el fútbol español, merecidos por otra parte, hasta el punto de que se le considera un candidato ideal para suceder a Vicente del Bosque al frente de la selección española una vez pase la próxima Eurocopa de Francia, cuando todavía no ha entrenado siquiera a un conjunto de la parte medio alta de la clasificación en la Liga.

 

Sin embargo, todo halago merece su análisis y también debe tener un punto límite. Dado que el deber de todo técnico es obtener rendimiento de su equipo, algo que Paco siempre ha hecho en este Rayo sin tener, claro está, la obligación de ganar al Barcelona. Pero estos halagos llegan también siempre que el conjunto vallecano pierde sea contra quien sea, siempre que el juego haya sido vistoso. Una exageración que muchas veces roza lo incongruente si lo comparamos con críticas que se llevan otros entrenadores de equipos modestos si no logran resultados positivos con sus jugadores.

 

La eterna discusión sobre el estilo de juego en contraposición a los resultados. Algo sobre lo que nadie tiene la verdad absoluta, pero en lo que muchos se basan para exagerar según qué cosas. Los datos contra Jémez son incontestables si se habla de equipos grandes. Ahora bien, la 'carta blanca' que otros entrenadores no tienen, él sí la disfruta.