La cantada de Bartomeu ante la UEFA en el caso de las banderas esteladas

El club ha reaccionado demasiado tarde y sus directivos no han sabido hacerse respetar por la UEFA.

La cantada de Bartomeu ante la UEFA en el caso de las banderas esteladas

Josep Maria Bartomeu ha cometido un grave error y no ha sabido calibrar el alcance del caso que enfrentaba al FC Barcelona con la UEFA por la sanción de 30.000 euros impuesta al club como consecuencia de las banderas esteladas que se vieron en las gradas del estadio Olímpico de Berlín durante la disputa de la última final de la Champions League. Bartomeu acató la sanción, sin recurrirla, y optó por la vía del diálogo tratando de explicar a los dirigentes de la UEFA la situación política de Cataluña y el significado de las esteledas que portaban los aficionados. Bartomeu pensó que con eso sería suficiente para solucionar el problema.

 

Sin embargo, los 40.000 euros impuestos de nuevo por la FIFA al Barcelona por la presencia de apenas un centenar de banderas independentistas en la grada del Camp Nou durante el Barça-Bayer Leverkusen disputado el pasado 29 de septiembre confirman que las explicaciones de los directivos de Bartomeu no fueron convincentes.

 

Y ahora, tarde y mal, el club arremete contra la UEFA y amenaza con recurrir a las más altas instancias para defender sus derechos, algo que debió hacerse inmediatamente después de recibir la primera multa. De poco sirve ahora denunciar que el club se siente engañado por Michel Platini y que recurrirá al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. La conclusion de todo este embrollo, que no es nuevo, porque hace muchos años que se ven esteladas en el Camp Nou y pancartas independentistas sin que haya habido hasta ahora castigos, es que Bartomeu ha suspendido con un cero patatero la asignatura de las relaciones internacionales. Nunca en toda su historia el Barça mantuvo peores relaciones con la FIFA y la UEFA, que tratan al club más laureado del mundo y al más poderoso deportiva y económicamente como si fuera un equipillo del Tercer Mundo.

 

Bartomeu se ha equivocado una vez más y el club paga las consecuencias.