Las preocupantes apuestas en el vestuario del Barça sobre la Champions
Milán no es más que un sueño
Una cosa es lo que se vende a los de fuera, y otra lo que se sabe dentro: en el vestuario, y más en la directiva, corre la idea de que este año, por más que se gane a un Bate de segunda, la Champions no pasa por Barcelona. Salvo milagro, explican, el Barça no estará en la final de Milán. Es más, un directivo comentaba al término del encuentro ante el Bayer Leverkusen que la única forma de que el Barcelona levantar un título europeo en 2016 era quedar tercero en la fase de grupos y jugársela en la Europa League.
La plantilla, profesional, es muy consciente de que con lo que hay -fondo de armario- meter la cabeza más allá de cuartos sería ya toda un gesta. Con la Liga exigiendo sí o sí cada fin de semana, sin opciones reales de rotar, el equipo, al que aún espera el Mundial de Clubes, y la Copa, se sabe inferior en una Champions que cuenta con equipos han pensado al campaña para coronarse como 'jefes' del Viejo Continente. Plantillas amplias, oxigenadas, con recursos y una planificación acorde a la gesta que permiten encarar el reto con todas las opciones.
No ocurre así en el caso del Barça, donde a nadie escapa que al grupo poco más se le puede exigir: los jugadores dan la cara pese a estar en cuadro. Aún así, partidos como el de Borisov advierten: el sueño de la Champions, para otros.