La acusación sobre tratos de favor arbitral causa carcajadas en el Madrid
En el club ni se creen ni entienden este estallido de antimadridismo... ¿o sí?

Ni un ápice de nerviosismo. Así ha sentado en el Real Madrid la noticia que salpica en la mañana de este jueves las portadas de casi todos los medios digitales e ilustra las primeras páginas de algunas ediciones en papel... preferentemente de Barcelona. Acusaciones de tratos de favor arbitrales y presiones a un juez de línea para favorecer al equipo blanco en el clásico del próximo 21 de noviembre, justo un mes antes del partido, pero sin desvelarse el nombre de la persona que las denuncia. Suena raro y huele raro.
Al menos, de esta forma se ve el tema en el vestuario. Un vestuario que más que sorprenderse ha soltado una pequeña carcajada por verse envuelto sin querer en una polémica que ya calienta el clásico a un mes de que se dispute. Al menos mete emoción al asunto... pensarán. Desde luego, lo que de momento no ha hecho el Madrid como club es contestar a dichas acusaciones, que considera totalmente ajenas a su círculo de actuación, ni tomará cartas en el asunto de forma directa para evitar hacer más grande esta 'bola de nieve'.
Hay varios aspectos que 'chirrían' en el tema: El primero, que el abogado Jacinto Vicente Hernández no quisiera dar nombres en la cadena COPE sobre los colegiados que supuestamente han recibido presiones para favorecer al Real Madrid, pero sí diga que las designaciones arbitrales "se hacen por criterios objetivos" y que mencione que no sólo su cliente sino algunos árbitros más han sido contactados para que "si les toca el partido" hagan lo propio. ¿Sería coherente que, de querer favorecer al Madrid, se realizara una estrategia tan vulgar? ¿No es una temeridad contactar con árbitros sin saber siquiera si van a estar presentes en dicho partido? ¿Y hacerlo a dos meses vista? No parece una acusación coherente.
Eso mismo piensan en el vestuario y en el club. Suena más bien a campaña orquestada desde Barcelona con el objetivo de 'embarrar' el partido con mucho tiempo de antelación y sacar tajada. Precisamente, de conseguir un trato de favor hacia el equipo culé acusando de todo lo contrario. Y, sobre todo, intenta restar presión a unos jugadores, los azulgrana, que están preocupados por su estado de forma y por la solidez que ven en el equipo contrario. El ataque da risa en Madrid.