Lo que se esconde tras el fracaso de Bartomeu en la negociación con Qatar

El presidente del Barça se mueve entre el desprecio manifiesto de Qatar a su persona y el rechazo de los socios a mantener a Qatar en la camiseta.

Lo que se esconde tras el fracaso de Bartomeu en la negociación con Qatar

Cuentan que acudió el vicepresidente del FC Barcelona Manuel Arroyo a Doha, rodeado de una corte de ejecutivos, para liquidar la firma del nuevo contrato de Qatar. Cuentan también que enseguida Arroyo no lo vio claro y llamó a Bartomeu para que acudiera al lugar para ofrecer una imagen de interés. El presidente, en persona. Eso les impresionaría.

 

Y cuentan también que Bartomeu y Arroyo esperaron pacientemente en su hotel de Doha durante toda una mañana y toda una tarde a ser recibidos por el capitoste qatarí con voz y voto en el tema del patrocinio del Barça. Y se llevaron una sorpresa. No estaban impresonados por la presencia del presidente del Barça en Doha. El personaje no apareció y sí, en cambio, un subordinado con plenos poderes y las consignas claras. Bartomeu entendió enseguida que algo no estaba funcionando bien cuando le preguntaron por Javier Faus, el vicepresidente dimitido que inició la negocación y que goza de toda la confianza de los qatarís.

 

Faus ya no está y Bartomeu tuvo que lidiar el toro a su aire. Su objetivo era volver a Barcelona con la firma del contrato de 70 millones por temporada para presentarlo a la asamblea como hecho consumado. Pero el interlocutor no se movió de 60 millones, dejando claro que quien manda aquí son ellos y no el Barça. Ha sido Qatar quien ha marcado los tiempos, quien ha demorado la respuesta hasta apenas horas antes de la asamblea para llevar a Bartomeu a una situación límite, de forma que pudieran plantearle la cuestión de forma clara: "esto es lo que hay. Si os gusta, bien. Y si no, buscaros otro".

 

Y Bartomeu ha regresado con el rabo entre las piernas, sabiendo que la opción de Qatar se mantiene por los pelos y sabiendo también que los socios van a intentar tumbarla en la asamblea. Bartomeu se mueve entre dos aguas: el desprecio de Qatar y el deseo de los socios de borrar el nombre de Qatar de la camiseta. Y el problema de fondo: Bartomeu necesita a Qatar, a pesar de todo, para cuadrar su balance económico. No ha encontrado a nadie que pague al Barça como si fuera el segundo mejor equipo del mundo (después del Manchester United). Esa es la triste realidad. Quizá sería bueno que preguntara al manchester United cómo lo hacen.