A Bartomeu, como a Laporta, no le queda más alternativa que acudir a UNICEF

A Bartomeu, como a Laporta, no le queda más alternativa que acudir a UNICEF

La encrucijada de Bartomeu: o acepta las rebajas de Qatar para salvar la situación económica del club o se agarra a la fórmula de Laporta con UNICEF.

Ni Botemanía, ni la empresa india de refrescos de Benedito, ni la empresa japonesa Rakuten. El Barça no tiene a día de hoy alternativa a Qatar para patrocinar su camiseta a partir de la próxima temporada. Los gestores del club barcelonista no han sabido jugar sus cartas, no han sabido vender el privilegio que supone imprimir una marca en el pecho de los jugadores que a día de hoy mandan en el fútbol mundial, no han sabido explicar lo que representa ligar una marca a un producto ganador como es ahora mismo el equipo de Luis Enrique.

 

Y el resultado es que el Barça se ha quedado compuesto y sin patrocinador... a no ser que Bartomeu esté dispuesto a aceptar las rebajas que exige Qatar en contra, además, del sentir popular del barcelonismo. La tesitura en la que se encuentra ahora Bartomeu es muy similar a lo que vivió Joan Laporta en 2005 cuando obtuvo de los socios el permiso para manchar la camiseta por primera vez en la historia. Se puso a buscar en China, en casas de apuestas, en fármacos y en coches, pero no encontró una sola empresa dispuesta a invertir en el Barça lo que el Barça considera que vale su camiseta. Y a falta de pan, buenas son tortas. Laporta sacó de la chistera el conejo de UNICEF y tapó así su fracaso de gestión vendiendo que pagando cada año a UNICEF por lucir en la camiseta del Barça el club obtendría beneficios indirectos por otro lado. Fue la mejor escapatoria que encontró Laporta. Y aún la vende como si se tratara de un éxito.

 

A Bartomeu aún le queda este as por jugar. Sin embargo, la complicada situación económica por la que atraviesa el club le impide renunciar a los 60 millones que ofrece Qatar a la baja. En este momento, o acepta las rebajas de Qatar, aunque sea a la baja, y soluciona la situación económica del club o vende su alma a UNICEF para salvar su imagen aún a coste del grave perjuicio económico que supondrá para la tesoría de la entidad.