Los líos en el vestuario del Barça que no le cuentan al barcelonismo
La plantilla convive entre focos de tensión

Ojo. Varios conflictos internos están marcando el día a día en el Barcelona. A saber. Ter Stegen. La actitud del germano en su lucha -perdida- con Claudio Bravo ha arrastrado al grupo que se ha posicionado a favor del chileno, pero que ha generado un mar de fondo incómodo en la plantilla que ha visto como los celos/envidias del alemán ponían en riesgo el aparente buen rollo del grupo. No ha sido el único.
Gerard Piqué tiene dividido al personal. Las salidas de tono del central no sientan por igual a una mayoría obligada a defenderlo en público pero que, en privado, no niega las distancias con un jugador controvertido al que el vestuario ya avisó negándole la capitanía.
El sueldo de Andrés Iniesta empieza a mencionarse demasiado en el club, una realidad que ha llegado a lo oídos del señalado. El de Fuentealbilla se lleva 15 millones por temporada, más tres en un variable que, por la facilidad de los conceptos, se convierte en un fijo aplazado, en total 18 que este año con el triplete llegarán hasta los 20. Demasiado, explican desde las alturas, para un jugador que supera la treintena y, importante, para un club que busca liberar masa salarial el próximo verano para poder fichar jugadores de campanillas.
Leo Messi. El argentino no quiere ver su estatus amenazado en el Barça por un Neymar que se está quitando la piel de cordero para empezar a mostrar el lobo que lleva dentro. El club ni se plantea, porque tampoco puede, colocar a 'Ney' a la misma altura que el argentino en la manida renovación del carioca. El '11' azulgrana caerá por debajo de Leo en la escala salarial, pero los Messi quieren saber cuantos peldaños por debajo, si serán varios o quedará, problema, a tiro de piedra del '10', algo que no aceptarán.
Al margen, desde el club ha trascendido que el entorno de Neymar no está mostrando la más mínima prisa por sentarse a negociar. Mientras en el Barça trabajan para atar el acuerdo hoy mejor que mañana, el clan brasileño empuja la negociación hasta entrado 2016. Dos motivos, primero: el jugador cuenta con ofertas sobre la mesa que doblan su sueldo e incluso lo posicionan por delante de Lionel en lo económico y deportivo. Y segundo, la familia está convencida de que Neymar necesita escapar de la sombra de Leo para crecer.
Y la clase media. El runrún del malestar de los Munir/Sandro/Mathieu/Bartra/Adriano y compañía va en aumento. Los últimos comentarios internos apuntan al menosprecio de algunos jugadores al concurso de los señalados alegando, y no les falta razón, que con ellos en el campo el Barcelona baja peligrosamente el nivel obligando a los 'buenos' a multiplicarse para tapar las carencias de los 'malos'. Es decir, las rotaciones, más que dar descanso a algunos, están desgastando a otros. El fondo de armario, banquillo, del Barceonla nada tiene que ver con, por el ejemplo, el del Madrid -Kovacic, Casemiro, Isco, Jesé, etc- donde sí hay jugadores de primer nivel dispuestos a sumar, y no a restar, con los cambios.