Crece la sensación de persecución arbitral en el vestuario del Barcelona

La expulsión de Javier Mascherano en el Barça-Eibar por obra y gracia de un árbitro madrileño amenaza con apartar al central argentino de la disputa del clásico del próximo día 21 de noviembre en el Bernabéu y acrecienta la sensación de persecución arbitral que día a día se asienta en el vestuario del Camp Nou.

Luis Enrique, poco amigo de hablar de los árbitros, se vio obligado en rueda de prensa a escuchar el grito de su vestuario y darle salida en la rueda de prensa posterior al partido: “Partidos como el de hoy lo demuestran. El Eibar ha hecho muchas más faltas pero nos hemos llevado más tarjetas nosotros", dijo. Los jugadores del Barcelona están indignados con la expulsión de Mascherano, que no se debió a un enfrentamiento directo con el árbitro ni hubo menosprecios hacia él, sino que fue una simple queja expresada en su forma de hablar argentina coloquial. "¡La concha de tu madre!". Al árbitro madrileño Del Cerro Grande le faltó tiempo para expulsarle, lo que ha generado en el vestuario azulgrana un sentimiento de persecución y de allanarle el terreno al Real Madrid de cara al clásico.

El Barcelona recurrirá alegando falsedad en la redacción del acta, dado que según el club Mascherano dijo "la concha de tu hermana" y no "la concha de tu mare", como quedó reflejado en el acta. Sea como fuere, será difícil que a Mascherano le caigan menos partidos que a Gerard Piqué, que en la Supercopa fue expulsado y luego sancionado con cuatro partidos por unos insultos al linier que el árbitro no oyó. Será difícil, en definitiva, que Mascherano pueda jugar el clásico. Tan difícil como que el vestuario del FC Barcelona cambie su opinión acerca de una liga "peligrosamente preparada para que la gane el Real Madrid".