Hubo nuevo calentón de Isco con Rafa Benítez en el vestuario de Balaídos

Isco es carne de banquillo. Alarcón no se ha ganado un sitio en el once de Benítez. La bula del malagueño se ha apagado aún más a la sombra de Rafa que lo señalado en privado como uno de los más flojos en partidos clave del equipo esta temporada. Ahora con James y Bale a las puertas de reaparecer de sus respectivas lesiones, a Alarcón (23 años) se le agota el tiempo para demostrar que tiene un sitio seguro en el once. Y Casemiro vienen apretando... Es más, Benítez, harto de la presiones del jugador, le ha dicho a la cara lo que era un secreto a voces en el vestuario: no será un fijo en el once. Alarcón está por detrás de James/Kovacic en su mente. Lucas Vázquez/Jesé entran en el engranaje y frente al Celta no disputó más que el tramo final del partido. Si juega, y jugará partidos sueltos y segundas partes, es porque la temporada es larga y Rafa es amante/creyente de las rotaciones, pero si tiene que elegir, los mencionados pasarían por delante del malagueño como un avión.

Con Benítez, el malagueño afronta el mismo problema de siempre. No hay sitio para todos. A Rafa no le gusta un pelo Isco. Prefiere al resto. Y el jugador cree merecer un puesto fijo en el equipo. Una discusión que llevó a negarle la palabra al mister en el vestuario del Parque de los Príncipes y que no fue una excepción en Balaídos: el berrinche del malagueño antes, durante y al término del encuentro no pasó por alto al personal hasta el punto de incomodar a terceros: algunos jugadores de peso han advertido a las dos partes de que no tiene sentido seguir así. Alarcón quiere ser Alarcón en el Real o, en caso contrario, en alguno de los grandes de Europa que han movido ficha por hacerse con sus servicios.