Isco sabe que pierde el pulso con James... con y sin cifras de por medio

La mejor noticia de la semana, sin duda alguna, para el Real Madrid está siendo el regreso de James Rodríguez a los entrenamientos con el equipo. El colombiano ha podido pisar el césped de Valdebebas tras casi dos meses de inactividad, y los más optimistas señalan incluso que podría disponer de algunos minutos ante Las Palmas, aunque eso todavía no está confirmado. Desde luego, lo que sí parece es que reaparecerá en los próximos partidos.

Lejos del temor que existe en el club de que Colombia, viendo que su jugador está listo, le reclame para los próximos partidos de su selección y James se enfrente a viajes de miles de kilómetros sin apenas haber jugado tras lesionarse, se plantea otro debate que dará de qué hablar en las próximas semanas en el equipo: su regreso condiciona el concurso de Isco Alarcón. Y por primera vez en más de dos temporadas, parece que la sensación en el madridismo es casi unánime.

Y es que la explosión de James Rodríguez no sólo como jugador capital y estrella del Real Madrid, sino como crack del fútbol mundial se ha producido en los últimos meses. Su explosión progresiva en los últimos meses de competición de la temporada pasada y su arranque fulgurante de la presente campaña hasta caer lesionado demostraron que era el auténtico motor del equipo: un centrocampista ofensivo e incisivo, directo, con desborde, toque de balón, capacidad para mover al equipo y mucho gol. Especialista en las jugadas a balón parado y, además, en estado de gracia.

Isco, uno de los 'niños mimados del Bernabéu' (en el buen sentido) es un futbolista cuya calidad individual está reconocida por todos también. Sin embargo, el paso del tiempo ha ido colocándole con cierta desventaja con respecto a James en cuanto a protagonismo dentro del Real Madrid por varios motivos. Sobre todo, el hecho de que sus características como jugador le hacen 'sobar' mucho más el esférico y recrearse en cada acción en la que participa, en cada control y en cada regate. Es un jugador que conduce la pelota mucho más tiempo y que tiene algo menos de gol. Para el juego rápido y directo del Real Madrid, siendo muy útil en determinados momentos y ante algunos rivales, quizá ralentiza determinados ataques.

James ha resultado ser más práctico, más directo. Sus números acompañan -17 goles y 17 asistencias la temporada pasada- y superan a los del malagueño, pese a que Isco es el que 'levanta al público' con jugadas estéticamente deliciosas, pero la discusión es si las mismas le sirven de forma real al equipo o sólo aderezan al mismo con una belleza que a veces es innecesaria. En cualquier caso, la verdad es que el hecho de tener a ambos en la plantilla dota al Madrid de multitud de posibilidades, variantes y estilos, y es una bendición para Rafa Benítez. De hecho, muchos apostarían por el concurso de Isco y James de salida en todos los partidos.

Y, claro está, además cuenta el hecho de que James llegó como fichaje estelar de Florentino Pérez la pasada temporada. Y su precio también es un plus para que tenga que tener protagonismo, es así. Isco no debería quejarse ni tampoco pensar que lo tiene todo perdido, pues tras tres temporadas bailando entre titularidades y suplencias ha enganchado mucho protagonismo... pero quizá ahora le toque un periodo más complicado.