Pesos pesados del vestuario del Real Madrid apartan a Isco Alarcón
La situación del malagueño se complica
El problema de Isco en el Madrid es, principalmente, James. En el Real, vestuario, nadie discute lo más mínimo que Alarcón es un gran jugador, pero, y de igual manera, opinan que James lo es un poco más o, al menos, se ajusta mejor a las necesidades que plantea el equipo.
La ausencia del colombiano por lesión la ha notado del primero al último en el equipo, ahora, y a puertas de su regreso, el pensamiento del grupo es uno: James debe recuperar el puesto en el once.
Al malagueño le tiran en cara que traslade excesivamente el balón en lugar de buscar la profundidad que ofrecen los efectivos de ataque con sus desmarques. Cristiano, que además cultiva con James una relación de amistad impulsada por Jorge Mendes, el agente común, tiene más razones para inclinarse por el colombiano. Bale también prefiere a Rodríguez y Benzema, en la recta final de su recuperación, muy cercano a CR7, también vota por James.
Además, desde la plantilla avisan a Rafa que el '10' es el jugador que necesita al Real para terminar con el tránsito del balón al gol y dar más brillo al juego. Su mayor rapidez a la hora de tocar el esférico y su sentido del orden táctico cuando toca hacer tareas defensivas le ponen en el primer lugar del grupo que, sin querer, acorrala a un Isco que apunta al banquillo en cuanto el 'cafetero' diga aquí estoy yo.
Además, a las razones esgrimidas por el tridente de ataque del Real les acompaña la opinión de otros ilustres del equipo: Sergio Ramos, como 'jefe' e la defensa, lidera una opinión que es compartida por buena parte del vestuario: con James en el campo el Madrid sufre menos en tareas defensivas. Se repliega mejor. Nuevo aviso para Isco.