Lo que calla Dani Carvajal: la promesa no cumplida del presidente

El mosqueo de Dani Carvajal en el Real no es de dos días. El canterano siempre ha sido consciente de que el fichaje de Danilo lo colocaba contra las cuerdas promesas -incumplidas- de Benítez al margen. Los más de 31 millones que el club blanco ha pagado por el brasileño daban ventaja y dan ventaja al carioca en los planes del Madrid, una realidad que Dani no ha encajado. Después de casi dos años de ser un fijo en el once, el lateral derecho ha visto peligrar su hegemonía.

La operación retorno de Dani al Madrid se hizo bajo la siguiente premisa: Carvajal era un referente en al Bundesliga. Se había ganado el puesto y la admiración de la grada del Bayer Leverkusen. El Madrid instó al canterano a volver a la capital bajo promesa de que tenía garantizada la titularidad en la banda. El puesto era suyo. Carvajal aceptó el reto y dejó su estatus de intocable en el Bayer para ganar galones en el Real.

La temporada pasada, ante la necesidad de aumentar de nivel el fondo de armario en el lateral diestro el Real Madrid tenía dos opciones: fichar una solución de nivel intermedio como suplente de Carvajal. La que esperaba el canterano. Y otra: potenciar una competencia directa que ha terminado levantándole el puesto.

El hecho de que el club se decantara por la segunda opción fue un golpe bajo para el hasta ahora titular en el Madrid. Carvajal se siente engañado/utilizado y medita seriamente buscar un nueva aventura lejos del Real. Dani no quiere perder minutos en el once, ni ser una comparsa en el banquillo que pueda repercutir en sus opciones de hacerse con el puesto en la próxima Eurocopa 2016 con la Roja.