Quique Sánchez Flores descubre los porqués de su fuga de Getafe

El técnico pegó la 'espantada' un jueves, teniendo el equipo partido el domingo. Estas fueron las razones de Quique para marcharse.

Quique Sánchez Flores descubre los porqués de su fuga de Getafe

Quique Sánchez Flores se inició como entrenador en un Getafe recién ascendido a Primera División. Era la temporada 2004-05 y la trayectoria fue sobresaliente. El equipo madrileño se mantuvo en la máxima categoría de manera holgada y con buen fútbol. Un trabajo que le valió la llamada del Valencia para pasar después por los banquillos del Benfica, Atlético Madrid y los equipos de los Emiratos Árabes, Al-Ahli y Al-Ain.

 

Diez años después de su debut en el Getafe, le llegó la oportunidad de volver, tras la marcha del técnico Cosmin Contra a China. Quique Sánchez Flores se sentía satisfecho de su regreso y el nuevo contrato, pero al poco tiempo protagonizó una polémica espantada. ¿La razón? "La situación real se alejaba mucho de la situación que a mí me habían planteado", ha dicho.

 

El técnico dejó al Getafe un jueves y el domingo tenía partido con el Málaga. El presidente Ángel Torres se sintió traicionado. "Nadie tiene por qué entender las razones personales de nadie. Llevo tres años en reflexión vital y ser un tipo honesto conmigo mismo y cuando ofrezco garantías quiero que me las ofrezcan a mí. Sé que pueden pensar que soy caprichoso pero no soy así", explicaba.

 

Quique denunció que no se hiciesen fichajes y que además se vendiese a Sammir. "Las herramientas de los entrenadores son los jugadores, si nos los quitan nos vamos debilitando. Asumí el reto de la salvación, lo que no hice es amenazar al presidente. Me preguntaron que qué me parecía la salida de Sammir y yo dije que sería un pérdida letal; al día siguiente estaba vendido. Yo no llamo al presidente, yo quiero que él tome la decisión presidencial, pero su situación deja de coincidir con la mía", argumentaba.

 

El técnico manifestaba que el contrato "estaba basado en la amistad. El Getafe es un club amigo. Podía perfectamente haber estado los tres años y cuando llegué a Getafe, lo hice con la intención de hacer un equipo cada día mejor, pero…”.