La titualaridad de un futbolista del Madrid aleja a directiva y técnico

Illarramendi no encaja en el dibujo de Carletto por más que Florentino le haya pedido al italiano su participación

La titualaridad de un futbolista del Madrid aleja a directiva y técnico

Illarra (40 millones de euros), Bale (100), James (80) y Kroos (25) han sido las grandes apuestas estratégicas del club desde 2013. Cuatro fichajes impulsados personalmente por Florentino Pérez sin considerar  la opinión del entrenador. Carlo Ancelotti no pidió ninguno de ellos. Aunque tampoco se negó. Aún así, si hay un caso que detalla con mayor exactitud la relación técnico/presidente en cuestión de contrataciones y alineaciones es el de Illarramendi.

El ex de la Real Sociedad no encaja en el dibujo de Carletto por más que Florentino le haya pedido al italiano su participación. Su exclusión de la final de la Champions en favor de Khedira, que venía de cinco meses de inactividad, disgustó tanto al presidente que su séquito en el palco de Lisboa dio por despedido a Ancelotti. Solo la obtención de La Décima salvó al italiano.

Ante el Shalke, Carletto volvió a cabar la tumba del donostiarra para disgusto del presidente. "En Alemania clavaron el primer clavo de la tumba de Illarramendi. Veremos si el de hoy no será el último", sentenció -nunca mejor dicho- el exjugador y exentrenador madridista Jorge Valdano ante los micrófonos de la SER . Fuentes del club blanco explican que "el deseo de Florentino es ver a 'Illarra' en el campo. Es su apuesta. Y así se lo 'recomendó' a Ancelotti en la última charla". "Son 'recomendaciones' que acaban siendo 'imposiciones'", afirma esta voz. 

Una realidad que Carlo pasa por alto siempre que puede y que está abriendo más brecha en las ya difíciles relaciones del técnico italiano con Florentino Pérez. Un presidente que siegue pensando a pie juntillas que el gran problema de Illarramendi en el Madrid es Ancelotti y no el jugador, y que pide más minutos para evitar la salida del chico este verano o una mayor devalución en el mercado.

Una salida que, de procudirse, y dependiendo de la canitdad final, daría aún más alas a los críticos por los casi 39 millones de euros que la entidad abonó a la Real en el verano de 2013  por un fichaje que ya a pocos escapa que fue, única y exclusivamente, decisión del presidente.